El GP de Hungría es un clásico dentro de la máxima categoría del mundo, si bien, el circuito carece de la historia de Silverstone, Mónaco o Monza, no perderse una cita desde 1986 da muestras de ser un encuentro imperdible dentro del circo de la Fórmula 1.
Recordar Hungría es la reminiscencia de un Nelson Piquet desbordando como los mejores tiempos de Juha Kankkunen a un Ayrton Senna al límite de la adherencia.
Es el corte de manga de “Magic” a su coterráneo pegándole donde más le dolía, su ego, a Ayrton, la herida del veto a Williams, por parte de Piquet de cuatro años hacia atrás todavía lo lastimaba , en ese entonces, Senna buscaba como un huérfano su identidad en la Fórmula 1, como un niño perdido, buscaba en un ya veterano Nelson Piquet los ojos donde mirarse , encontrando en cambio, un Nelson lacerante y centralizador , por eso, el golpe más letal de Senna, fue superarlo, no una, sino tres veces en la edición del GP de Hungría del año 1988, demostrándole que el mejor, es enemigo de la indulgencia.
Hungría supo ser también la victoria del “Leon” de Ferrari, Nigel Mansell , donde, al triunfar con un auto de “Maranello” la victoria seguramente sabe distinto.
Los “Tifosi” le rindieron honores con creces ese día y para siempre.
Hungría de 1990, llegó a ser los sueños personificados en el triunfo del incansable Thierry Boutsen, el gentil Belga, repetiría en dos ocasiones más aunque en distintos escenarios, demostrando que su versatilidad no era tenida en cuenta a la hora de ser dejado de a pie por su equipo.
El Gran Premio de 1993, supo ser la demostración más soberbia de Damon Hill, desafiando todas las leyes de la lógica, cuando a sus 31 primaveras, arremetía hacia una categoría que prácticamente le cerraba todas las puertas.
Fue también el triunfo de un apellido “Franco canadiense” que todavía añoramos con nostalgia, Jacques Villeneuve desembarcaba en Europa, desde la lejana Indycar para pagar una deuda que su padre dejó sin saldar el 8 de mayo de 1982, esperamos 15 años, pero el campeonato de 1997 tiene sabor a revancha.
Michael Schumacher, obtuvo el triunfo en la temporada 1998, aunque los tiempos de gloria con la “Rossa” permanecían en un futuro lejano.
Cuando Keke Rosberg se retiró de la F1, dejó libre la vacante para que otro “Nórdico” se adueñe con el apodo del “Finlandés Volador”, Mika Hakkinen tomaría la posta ganando las ediciones de 1999 y 2000, para luego, mostrar sus cualidades en los autos con techo.
Siempre es emotivo ver la bandera brasileña ondear en la vuelta final de un GP, si bien, hay ciertas heridas que no cicatrizan, la victoria alcanzada por Rubens Barrichello en la edición del año 2002, fue la última alcanzada por un Brasileño en la Fórmula 1 hasta el día de hoy, las lagrimas derramadas por Barrichello aquel día, iban dedicadas a su maestro.
España entera se ponía de pie para abrazar al “Asturiano Volador”, Fernando Alonso vencía con Renault la edición del año 2003 convirtiéndose en el piloto más joven en obtener el triunfo en una competencia puntuable de Fórmula 1.
Año 2005, otro Finlandés se afianzaba con pasos agigantados en el firmamento de la Fórmula 1, Kimi Raikkonen triunfaba con su McLaren, con un manejo a base de talento y valor, luego, el modo de vivir de su ídolo James Hunt, motivaba desde el más allá al joven piloto de Espoo, para priorizar otros placeres de la vida.
GP de Italia disputado en Monza, John Surtees le demuestra a Enzo Ferrari que sabe ganar con cualquier marca al vencer con el arisco Honda RA 300 en 1967, un GP con un manejo osado y temerario, pero los “Nipones” debieron esperar 39 años para que otro piloto con una finesa exacerbada repitiera el triunfo, Jenson Button , le dio a la casa de Tokio una nueva victoria en la Fórmula 1, para los Orientales, el GP de Hungria de 2006, permanecerá como una de sus más grandes alegrías.
La edición del año 2007, será vencida por un piloto que con el tiempo se convertiría en el referente máximo de la categoría Lewis Hamilton.
El GP de Hungría, supo ser la confirmación más acérrima que los críticos muchas veces no se equivocan, el triunfo de Heikki Kovalainen sería dado por circunstancias tan extrañas como absurdas, lo suyo, si fue mera casualidad.
Cuando en 2010 venció Mark Webber, lo hizo como una mera manera de aferrarse a una lógica que se escapaba de todo análisis, Sebastian vettel era más joven y el Australiano lo supo en aquella intimidad que concierne los pensamientos más profundos, ni siquiera el bullicio de una multitud lo hizo despertar.
La sonrisa de Daniel Ricciardo mostraba sus 32 dientes, ganaba en Hungría y se colocaba en la tercera posición del campeonato.
Sebastian Vettel venció con Ferrari en el año 2015, cuando todavía la escuadra de “Maranello” lo recibía como a un “Mesías”, ni ese año, ni el siguiente, ni siquiera en dos temporadas más, el “Niño terrible” pudo pintar el 1 en su rojo auto…¿Lo logrará?
Este fue un repaso de todos los pilotos que triunfaron en el GP Húngaro, muchos repitieron victorias en este escenario, otros no, pero lo cierto, es que quizás, este domingo tengamos sorpresas, ¿será esta edición una nueva oportunidad de triunfo de Charles Leclerc?, ¿Podrá Max Verstappen conquistar un nuevo triunfo con los motoristas de Honda?, quizás, una nueva sorpresa nos depare este domingo.