El W12 mostró complicaciones mecánicas y de estabilidad en las dos sesiones de test. Los contratiempos atrasaron el programa de pruebas y llevaron preocupación en el campamento de la estrella de tres puntas.
El equipo Mercedes comenzó con el pie izquierdo la pre-temporada en Barhein. El traumático debut en pista del W12 confirmó las preocupaciones que sobrevolaron Brackley durante la etapa de diseño.
Como en el resto de las escuderías, la ansiedad por la salida a pista se palpitaba en el campamento de la estrella de tres puntas. Valtteri Bottas, sería el encargado que el Mercedes W12 conociera el asfalto de Sakhir. Pero la ansiedad y la emoción de ver el coche en acción se desvaneció rápidamente.
Solo seis giros pudo dar el finlandés cuando tuvo que regresar a boxes. Problemas en el cambio de marchas obligó al equipo a cambiar la caja. La sesión matutina de Mercedes terminaba abruptamente para sorpresa de toda la afición que seguían las pruebas en directo.
Los gestos de Wolff eran elocuentes. No ocultaba su fastidio por el contratiempo. Incluso en la conferencia de prensa, que compartió con los Team Manager, Christian Horner (Red Bull) y Andreas Seidl (McLaren), dejó traslucir su malestar: “No fue un buen comienzo porque tuvimos un problema con la caja de cambios que surgió de la nada y que aún no estamos listos para identificar y comprender”.
Perdida la mañana, el boss apostaba que en la tanda vespertina Lewis Hamilton recuperaría terreno. Pero… cuando Los Dioses de la Fórmula Uno se despertaron con la idea de hacerle imposible el día a una escudería son imbatibles.
El heptacampeón salió a pista con la misión de retomar el plan de trabajo. La sesión fue complicada para todos los equipos. Una tormenta de arena envolvió al Barhréin International Circuit lo que dificultaba la visibilidad y la adherencia de los autos.
“Nunca antes había visto una tormenta de arena pasar por aquí en todos los años que he conducido en este circuito”, dijo Hamilton. El británico comentó a la prensa que “la arena se movía como se movería la lluvia”. “Tener arena en los neumáticos no es bueno para su longevidad y conseguir consistencia en recorridos largos es difícil”, comentó el actual campeón.
Hamilton solo pudo girar 42 vueltas cuando fue llamado al box. Nuevamente los ingenieros detectaron problemas con el W12; era inestable el equilibrio del coche. La primera sesión de pruebas finalizó como empezó: con un dolor de cabeza para el equipo.
El director de ingeniería en pista, Andrew Shovlin, tuvo la ardua tarea de explicar a la prensa el viernes de terror. “Perdimos más o menos toda la mañana con Valtteri con un problema en la caja de cambios y nuestra carga de trabajo durante el almuerzo significaba que nos uníamos tarde a la sesión de la tarde con Lewis”, comentó el ingeniero. “Una vez que empezamos a correr, quedó claro que no teníamos el coche en la ventana de equilibrio correcta y aunque hicimos algunos progresos durante el día, no estamos contentos con el rendimiento del coche y está bastante claro que tenemos algo de trabajo que hacer”, explicó amargamente.
En Mercedes lamentan el día perdido. Reconocen que los inconvenientes retrasaron el programa de pruebas, pero están convencidos que los dos días que restan podrán revertir la situación y cumplir el plan de trabajo.
Si bien son test de pre-temporada, es la única oportunidad que tendrán los equipos para probar los autos antes de la fecha inaugural del Gran Premio de Bahrein. Cada contratiempo es una presión extra para los escuderías. Y Mercedes no es de regalar tiempo.