Más allá de alguna frustración expresada por la dupla y Mattia Binotto, Ferrari cierra un buen fin de semana. El cuarto lugar de Leclerc y el quinto de Sainz debe ser tomado como positivo sobre la evolución del SF21.
Solo faltó el podio. Era una utopía frente el poderío de los motores Mercedes y un Lewis Hamilton, herido en su orgullo, que devoró uno por uno a quién estuviera por delante para alcanzar el segundo lugar. Sin embargo, Ferrari, tiene mucho por qué sonreír en Imola.
Primero por la excelente actuación de su dupla. El cuarto lugar de Charles Leclerc y el quinto de Carlos Sainz fue un merecido premio para un equipo que mantuvo un buen rendimiento y la regularidad durante todo el fin de semana.
Segundo por la rapidez de sus volantes para reponerse de las adversidades. Leclerc se revindicó en la qualy tras el accidente que tuvo el viernes y Carlos se recuperó de la decepción de quedar eliminado en la Q2 y un despiste antes de la bandera roja que neutralizó la carrera.
Tercero, si bien las condiciones climáticas durante el Gran Premio y lo trabado del circuito favorecieron a los SF21 que están en pleno proceso de desarrollo; la conclusión en Maranello, sumando a lo realizado en Bahrein, es que el coche evoluciona más rápido de lo esperado.
Cuarto, más allá de la inferioridad de potencia frente a los impulsores Mercedes; el Cavallino dio un claro mensaje a McLaren que les darán pelea hasta el final por el tercer lugar en el Campeonato de Constructores.
“Fue una carrera positiva, en la primera parte con lluvia fuimos competitivos y no lo esperábamos por la experiencia de los últimos años; y el ritmo fue bueno”, comentó Leclerc. A pesar de la amargura por no llegar al podio, el monegasco no dejó de resaltar lo positivo que fue la segunda fecha para la Rossa.
Analizando la carrera, Leclerc señaló que el aumento de carga en el ala trasera para enfrentar la pista mojada fue contraproducente. El piso seco sobre el final desconfiguró un auto preparado para el agua: “Pagamos un poco por las alas más cargadas en el final, pero ahora es fácil decirlo. Nos dio muchas ventajas al principio y sin la bandera roja hubiéramos estado en otra posición”.
Leclerc buscó darle pelea a Lando Norris (McLaren) hasta la bandera a cuadros (primero por el segundo lugar y luego por el último escalón del podio). La potencia del motor Mercedes hizo la diferencia que evitó cualquier ataque de la máquina roja. Y ni que hablar del asedio de un Hamilton que no tuvo piedad con él y con Sainz. Leclerc fue sincero: “El ritmo fue muy bueno, pero está claro que en batalla, es decir en defensa o ataque, tenemos más dificultades para las velocidades máximas más bajas”.
Por su parte Sainz tiene mucho para sentirse satisfecho. La pésima jornada del sábado y un inicio de carrera algo complicado lo revirtió con el correr de las vueltas. El quinto lugar es prueba de ello. “Tenía que encontrar el ‘feeling’ con la frenada. Iba tan rápido que he podido recuperar los errores rápido. Estoy contento de haber remontando hasta el quinto puesto saliendo undécimo, y sobre todo de ver que tenía buen ritmo en mojado y en seco”, declaró al canal español DAZN.
El madrileño resaltó las dificultades para planificar la carrera tras la bandera roja y seguir el ritmo de McLaren: “Quizás lo más complicado ha sido elegir el neumático con el que hacer la resalida después de la bandera roja. Hemos visto que McLaren ha arriesgado con el ‘soft’ y ha tenido ‘graming’, pero van tan rápido en la recta que les da igual”.
Reconoció que “era imposible adelantarles y veía que Leclerc tampoco podía”. Y aclara: “Todavía nos falta un poco para lucharles en recta y adelantarles. El coche iba bien en curva, pero todavía le falta unos segundos”.
¿Y Mattia Binotto? En declaraciones a la señal Sky Sports, el director del equipo comentó que hubo algo de tristeza por no conseguir la victoria: “Todo el equipo está entristecido por el resultado de hoy y puede verse como algo bueno porque nuestro valor podría darnos un mejor resultado”. A pesar del cuarto y quinto lugar detrás de Max Verstappen, Hamilton y Norris (con un coche más potente que el SF21); el jefe de Ferrari se ilusionaba con la victoria. Ustedes saquen sus conclusiones.
Fuera del universo paralelo en el que transita de vez en cuando Binotto, destacó los puntos altos de la Scuderia durante el fin de semana: “Estamos contentos con el rendimiento: buena clasificación, buena carrera en piso mojado y buena en seco”.
El próximo paso del Cavallino será Portimao. El trazado portugués hizo su debut en la temporada pasada y fue uno de los tantos dolores de cabeza que tuvo la roja. La siguiente escala guarda algunas similitudes con Imola pero es una pista más ancha.
A pesar de las declaraciones, cargadas de cautela o cierta frustración, Imola fue muy positivo para Ferrari. Carrera tras carrera (incluida la pre temporada), recupera su competitividad más rápido de lo esperado. En Maranello deben ver la mitad del vaso lleno y no la parte vacía. Imola y Sakhir son, hasta ahora, la mitad cargada del vaso.