Michael Andretti reveló su interés por desembarcar en la Fórmula Uno con su propia estructura. Hubo contactos con Haas y se especula con otras dos escuderías.
Michael Andretti siente que tiene una deuda pendiente con la Fórmula Uno. Le costó muchos años superar el mal paso que tuvo en 1993 por la categoría reina (donde había brillado su padre en los ´70). Incluso, durante algún tiempo, confiaba a su círculo intimo que fue una “víctima” en la guerra abierta por Bernie Ecclestone (con la complicidad de su jefe en McLaren Ron Dennis) contra la IndyCar (dónde Michael era referente y había conquistado la corona el año anterior).
El tiempo curó las heridas. Volvió a refugiarse en la Indy (antes del quiebre entre los equipos y el Indianápolis Motor Speedway) y recuperó el fuego sagrado. No volvió a ser campeón, pero renovó su status de figura indiscutible y heredero de la dinastía fundada por el genial Mario. El nuevo siglo lo encontró despidiéndose de las pistas para ir del otro lado del muro como dueño de equipo.
Con los vaivenes propio del automovilismo norteamericano en todas sus especialidades, el Andretti Autosport conquistó carreras, títulos y la Indy 500. Fuera de la IndyCar amplió su estructura hacía la Indy Lights, Star Mazda, American Le Mans Series y Fórmula E; entre otras categorías. Le bastó pocos años en convertirse en un auténtico Chief a la altura de los máximos referentes de los Estados Unidos: Roger Penske y Chip Ganassi.
Con su imperio consolidado, Michael Andretti quiere seguir los pasos del Gran Capitán Penske en los ´70: desembarcar en la Fórmula Uno.
Según informó el sitio Racer.com, Andretti estableció contacto, al menos, con una escudería para comenzar su proyecto: Haas. El portal señala que habría mantenido una conversación con Gene Haas sobre una posible adquisición del equipo norteamericano. También se especula, aunque no pudo confirmarlo, que hubo contactos con Dorilton Capital (el grupo inversor, también de origen estadounidense, que administra Williams). Incluso Alfa Romeo Racing estaría en la mira de Michael (algo que sería improbable por la renovación del vínculo entre la casa italiana y Sauber).
Ante los rumores sobre su retorno a la Fórmula Uno, ahora como dueño de equipo, el mismo Andretti oficializó lo que era un secreto a voces: “Sería genial, pero aún queda un largo camino por recorrer antes que suceda”.
El proyecto no será a las apuradas. Se tomará todo el tiempo del mundo para evaluar todas las opciones. No le importa aguardar un año o dos en desembarcar.
“Si surge la oportunidad adecuada, haremos todo lo posible para aprovecharla. Pero no estaremos allí todavía”, declaró Andretti sin dar más precisiones. Sin embargo, la decisión está tomada: el clan Andretti regresará al Gran Circo como protagonista.