El español quiere dejar atrás el mal paso por Austin y posa sus ojos en México. Alonso destacó las oportunidades de sobrepaso que permite el “Hermanos Rodríguez”.
Fernando Alonso quiere dejar atrás el mal fin de semana en Austin. Su atención se centra en la Ciudad de México, la décimo octava prueba del campeonato mundial.
Texas fue un paso hacía atrás, en todos los ordenes, para Alpine. Tanto el español como Esteban Ocon debieron abandonar (algo que no ocurría desde la fecha inaugural en Bahréin). En el caso de Alonso, a su abandono por inconvenientes en el alerón trasero, previamente, se había sumado partir desde los últimos lugares de la grilla al penalizar por cambio de motor.
“Ha sido un fin de semana complicado para nosotros como equipo. Luchamos desde el viernes y no pudimos encontrar el equilibrio que teníamos en Turquía. Probablemente mi coche estuvo mejor allí que en cualquier otra carrera de esta temporada”, comentó. “También decidimos cambiar la unidad de potencia para que esté fresca durante el resto de la temporada. Sin embargo, es divertido recuperar terreno en esta pista y tuvimos la oportunidad de terminar en los puntos antes de que ocurriera el problema con el alerón trasero de mi auto”, dijo el asturiano buscando el lado positivo a una carrera para el olvido.
Ahora se asoma México. Alonso ve en el “Hermanos Rodríguez” una continuación del clima festivo que se vivieron en las gradas del “Circuit of the Americas”. “El ambiente volverá a ser genial y la sección del estadio es única. Amo el fútbol y me recuerda mucho a un estadio de fútbol”, describió.
Sobre las características del trazado, el dos veces campeón no ocultó su entusiasmo por el legendario autodromo azteca: “Es otra pista emocionante con buenas oportunidades de adelantamiento y una recta muy larga”.