Aston Martin y la idea del motor propio para 2026

Aston Martin y la idea del motor propio para 2026

La casa británica considera que fabricar su propia UP le permitirá luchar por el título con más posibilidades frente a sus rivales.

 

La presentación del nuevo modelo AMR22 del equipo Aston Martin ha dejado mucha tela para cortar, no solo por la discrepancia en las opiniones de sus pilotos Sebastian Vettel y Lance Stroll frente al escándalo que envuelve a la FIA y que tiene pendiendo de un hilo a su director de carrera Michael Masi, sino también por el ya firme y confeso deseo de su máximo responsable Lawrence Stroll de pelear por más dentro de la máxima apostando a ganar campeonatos en un futuro cercano.

 

Obviamente, todo aquél que decide ingresar al universo de la F1, ya sea como piloto o como dueño de una escudería, sueña con consagrarse campeón, sin embargo, el caso de Aston Martin ofrece una serie de evidencias que hacen creer que el proyecto de su director es, al menos, serio. Uno de los aspectos que acreditan esta teoría es el reciente anuncio de una inversión millonaria para reformular toda la estructura edilicia de la fábrica, contemplando dentro de ella un sector destinado al desarrollo de los motores de F1 con todas las comodidades y tecnología necesarias para el caso.

 

Lawrence Stroll considera que para ganar el mundial es condición necesaria poseer motor propio, principalmente por lo qué significa construir un chasis de acuerdo a una UP y no al revés, por eso apuesta fuerte al proyecto que ha comenzado recientemente:

 

“Seguimos nuestro camino hacia la cima de la Fórmula 1, el campeonato más competitivo y prestigioso del mundo, y queremos ganar. Pero sabemos que no es fácil. Es por eso por lo que tenemos el plan de un viaje de cinco años para seguir escalando y llegar hacia arriba”, comentó.

 

foto: Mark Thompson/Getty Images Europe

 

Habitualmente los ‘equipos cliente’ se enfrentan al problema de tener que fabricar con medios propios un chasis previamente diseñado y luego realizar adaptaciones al mismo una vez que reciben la UP de parte del fabricante proveedor, situación que constituye una gran desventaja deportiva a causa de la pérdida de tiempo (y dinero) frente a sus oponentes. Un ejemplo radica en determinar correctamente el centro de gravedad del monoplaza y sus implicancias en la aerodinámica del coche, además del cumplimiento de las cuestiones reglamentarias de rigor. Ante esto, el director técnico Andy Green subrayó la importancia de trabajar en la UP propia valorando la compañía de la petrolera Aramco en este camino:

“Creo que para estar a la altura de nuestras ambiciones deberíamos estudiar nuestro propio motor a largo plazo. La temporada 2026 ha sido propuesta como la temporada de un nuevo reglamento de motores y como tal deberíamos estar implicados. Aramco es nuestro nuevo socio y hablaremos con ellos en los próximos años. Estoy convencido de que examinaremos con todo detalle la propuesta de reglas de motores para 2026 para evaluar si representa alguna ventaja para nosotros avanzar en esta dirección”, concluyó.