Horas decisivas para Mazepin

Horas decisivas para Mazepin

El ruso publicó en sus redes sociales que solo está concentrado en su trabajo con Haas en medio de una ola de rumores sobre su continuidad. Las sanciones económicas a los intereses rusos por la invasión a Ucrania alcanzaría a Uralkali, su apoyo económico y principal sostén del equipo.

 

Nikita Mazepin vive las horas más difíciles de su carrera deportiva. La invasión de Rusia a Ucrania no solo pondría punto final a su estadía en la Fórmula Uno, también lo forzaría a un impasse por tiempo indeterminado como piloto.

 

El Blitzkrieg de Vladimir Putin, que tomó por sorpresa a Occidente en la madrugada del jueves, rápidamente repercutió en el mundo del deporte y en la Máxima Categoría en particular. El equipo Haas decidió esa misma tarde borrar todo vestigio de su principal patrocinador: Uralkali. El VF-22 y el motorhome lucieron solamente el logo del equipo y el de 1&1 Ionos (su otro auspiciante). El sponsor, de origen ruso, solamente quedó visible en los uniformes del personal y los mono de los pilotos (no había una muda “limpia”).

 

La compañía de fertilizantes de potasa Uralkali, propiedad del padre de Mazepin, es el sostén económico de la escudería norteamericana. La medida adoptada, más por el “qué dirán” que por solidaridad con el pueblo ucraniano, despertó un interrogante: ¿Qué pasará con el equipo si las sanciones económicas alcanzan también a su patrocinador? A esta pregunta surgió otra: ¿Qué pasará con Nikita Mazepin?

 

Mazepin girando en Montmelo con el VF22 "limpio" de todo vestigio de Uralki y los colores rusos. (Haas F1 Team)
Mazepin girando en Montmelo con el VF22 “limpio” de todo vestigio de Uralkali y los colores rusos. (Haas F1 Team)

 

Los líderes mundiales y la dirigencia deportiva de Occidente se pronunciaron firme contra el ataque a Ucrania. En la madrugada del viernes, la Unión Europea anunció un paquete de sanciones económicas contra Rusia (siguiendo la línea adoptada por los Estados Unidos). A media mañana la UEFA le quitó a San Petersburgo la final de la Champions League y la trasladó a París. Un día antes, la Euroliga -la principal competición europea de clubes de básquet- suspendió los partidos de los equipos rusos.

 

El Gran Circo no podía dilatar más los tiempos y debía pronunciarce como organización. La mañana del viernes fue un cúmulo de rumores en Barcelona y se repetían los interrogantes: ¿Qué pasará con Uralkali? ¿Qué pasará con el Gran Premio en Sochi? ¿Qué pasará con Mazepin?

 

Los hechos fueron precipitándose rápidamente en el último día de pruebas en Montmeló. Casi al mismo tiempo que Haas presentaba su auto “limpio” -sin el nombre y los colores de la bandera rusa de su mecenas-, la categoría comunicaba que sería “imposible organizar el Gran Premio de Rusia en las circunstancias actuales”. Todos los medios del mundo lo anunciaron como una cancelación. Releyendo el comunicado oficial de Formula 1, en ningún párrafo se habla de la baja definitiva de la fecha número diecisiete. El hecho que la carrera sea a mediados de septiembre deja abierta la posibilidad que vuelva al calendario.

 

Cerca del mediodía, horas después de conocerse la suspensión de Sochi, el tercer actor de esta historia -y protagonista principal- se refirió, finalmente, sobre su futuro. Mazepin publicó una breve declaración a través de sus redes sociales.

 

“A mis fans y seguidores. Es un momento difícil y no tengo control sobre mucho de lo que se dice y hace. Estoy eligiendo centrarme en lo que sí puedo controlar, trabajando duro y haciendo lo mejor para Haas. Mi más profundo agradecimiento por su comprensión y apoyo”, expresó públicamente el ruso.

 

La frialdad de las palabras, algunos dirían casi de compromiso, esconden la preocupación por su lugar dentro de la categoría -incluso la continuidad de su carrera deportiva-. El joven sabe que su destino se encuentra atado al desarrollo del conflicto bélico que abrió el Kremlin contra el gobierno de Kiev. “No tengo control sobre mucho de lo que se dice y hace” es la frase más dramática que puede expresar quién no tiene margen de resolver una dificultad que lo pone entre la espada y la pared.

 

Solo en los uniformes quedó el nombre de Uralki. (Haas F1 Team)
Solo en los uniformes quedó el nombre de Uralkali. (Haas F1 Team)

 

Es cierto que el ruso es el piloto más resistido de la Fórmula Uno. Actitudes extra deportivas repudiables, su estilo agresivo y peligroso en la conducción y la confrontación con sus compañeros de equipo; le hizo ganar la antipatía de la afición y sus colegas de pista. A pesar de estos puntos oscuros, nadie podría celebrar una salida de Mazepin por la locura expansionista de Putin. Convertir en paria a una persona por el flagelo de la guerra es una de las formas más aberrantes de discriminación. Algo mucho peor que la muerte civil.

 

Regresando a lo deportivo. En los próximos días, Haas, tomará una decisión sobre su vínculo con Uralkali; al menos eso dejó leer entre líneas Guenther Steiner. Seguir o finalizar el vínculo comercial con la empresa rusa definirá la continuidad de Mazepin.

 

Lo único que salvaría al piloto estaría en la letra chica del contrato que acordaron, en su momento, Dmitry Mazepin y Gene Haas. Es la última esperanza de Nikita. Mientras tanto, el brasileño Pietro Fitippaldi se prueba el buzo y el casco.