Tanto el experimentado Valtteri Bottas como el novato Guanyu Zhou le quitaron importancia al potencial peligro que pueda generar el nuevo fenómeno que estuvo en boca de todos luego de los ensayos en Barcelona: el porpoising.
Para los fanáticos más jóvenes de la F1, ver el diseño de los coches centrado en el efecto suelo es algo novedoso. Para los más veteranos, es como regresar a los años 80, donde autos icónicos volaban por las curvas con este efecto. Evidentemente, ninguno de los protagonistas de hace más de 30 años compite actualmente en F1, por lo que la camada del 2022 está experimentando los pormenores de la conducción con alta carga aerodinámica.
Dentro de estos pormenores, el fenómeno llamado “porpoising” ha destacado en la primera jornada de los test de pre-temporada en Barcelona, donde al final de las rectas, los coches comenzaban a rebotar en la pista. Esto se debe a que la alta carga llega a estrechar tanto el aire entre el suelo del coche y el asfalto, que se rompe por un instante este efecto, causando que el fondo plano ascienda ligeramente. En cuanto se abre de nuevo una brecha de aire, éste comienza a entrar a gran velocidad y reduce la distancia entre el auto y la pista de nuevo, generando así un ciclo.
Considerando que el porpoising causa molestias a los pilotos a grandes velocidades, competidores como Carlos Sainz (Ferrari) se han manifestado con preocupación acerca de este efecto, y si bien el experimentado Valtteri Bottas (Alfa Romeo) también confesó que es molesto conducir así, desacreditó que pueda llegar a constituir un peligro para la estabilidad del coche:
“Definitivamente parece un pequeño desafío para cada equipo. Por ahora, no creo que sea un problema de seguridad. Es la forma en la que los coches con aerodinamia trabajan, y obviamente es un hecho que cuanto más bajo vayas con el coche, más carga tienes, y si encuentras una forma de tener un buen manejo en el coche, quizás ganes performance. Pero obviamente en algunas lugares salgas perdiendo. Así que me parece interesante, una nueva filosofía en el aspecto aerodinámico del auto. No creo que despierte gran preocupación.” confesó Bottas.
Su compañero Guanyu Zhou, que a diferencia del finlandés (que compite desde 2013 en la máxima) está por debutar en la F1, apoyó las palabras del ex-Mercedes:
“El problema sigue ahí de alguna forma para todos los equipos, parece que es la mayor limitación del coche nuevo para todos. Necesitamos solamente encontrar una solución que nos pueda dar la mayor cantidad de agarre posible y reducir el rebote del coche en las rectas. En términos de seguridad, no debería haber problemas por ese lado.” dijo el chino.