Los dolores en la espalda por el rebote ponen en duda la presencia del británico en Montreal. El jefe de Mercedes tiene un plan de emergencia: “La solución podría ser tener a alguien en la reserva”.
“Es realmente malo”. Toto Wolff no ocultó su preocupación por las molestias en la espalda que presentó Lewis Hamilton al bajarse del coche en Bakú. A lo largo de la carrera, el británico, informó por radio de incesantes dolores producto del rebote por el porpoising.
“Solo tenemos que encontrar una solución. En esta etapa, creo que [Hamilton] es el más afectado de todos los pilotos. Pero casi todo el mundo, por lo que entendí de los corredores, dijeron que algo tenía que pasar“, comentó el Team Manager de Mercedes a la cadena Sky Sports.
Wolff recordó que varios pilotos se quejaron de molestias, de distinta consideración, en las últimas fechas. Mareos, dolores en la cabeza, pecho o espalda; son algunos de los síntomas que se registraron producto del Efecto Marsopa. Hamilton es el que peor lo sufre, no es la primera vez que reporta problemas físicos en carrera.
¿Existe la posibilidad que los dolores obligue al siete veces campeón ausentarse en Canadá? Wolff no descarta esa opción. Habría un plan de contingencia en caso de una baja por fuerza mayor: “La solución podría ser tener a alguien en la reserva, que de todos modos tenemos en cada carrera, para asegurarnos que nuestros autos estén funcionando”.
Stoffel Vandoorne y Nyck de Vries, actuales pilotos del equipo de Fórmula E de Mercedes, son los reservas. Montreal se disputará el próximo fin de semana y habrá cinco días para determinar si Hamilton estará o no en condiciones de correr. Aunque, conociendo la personalidad del británico, es capaz de desoír los consejos médicos y subirse al W13 en el circuito Gilles Villenueve. Sin importar los dolores o la marsopa.