Niki Lauda, memoria y corazón grabados a fuego

Niki Lauda, memoria y corazón grabados a fuego

A 46 años de su accidente recordamos al hombre que no necesitó morir para ser leyenda.

 

 

1° de agosto de 1976. El mundo comenzaba un nuevo día, un día más para la inmensa mayoría de la humanidad. Una bisagra para el deporte motor en general pero principalmente para la Formula 1. Y una fecha en la que Andreas Nikolaus Lauda bien podría festejar su 2° nacimiento.

En el infierno verde, tal como Jackie Stewart había bautizado al endemoniado trazado de Nurburbing, que por aquel entonces contaba con una extensión aproximada de 22 km, 176 curvas mezclando lentas y rápidas, subidas y bajadas se disponía a albergar a la décima cita de la temporada. Todo estaba dado. Hunt largaba desde la Pole con el McLaren M23, seguido de Lauda ambos protagonistas de aquella inolvidable temporada en la cual el Británico debía descontarle imperiosamente puntos para mantener sus chances hasta el final, ya que el Austriaco con la poderosa Ferrari T2 lo aventajaba por 35 puntos producto 5 victorias, 2 segundos puestos y un 3° contra un par de triunfos de Hunt y varias decepciones hasta ese momento, producto de cierta irregularidad tanto en el rendimiento como en la cuestión reglamentaria del monoplaza según lo denunciara Enzo Ferrari después de la victoria en España por la altura del alerón trasero del M23 lo que derivo en principio en la descalificación y la quita de puntos al final del GP, aunque la batalla legal continuó y tiempo después esa decisión se revió como ya sabemos.

 

 

 

Niki Lauda y James Hunt GP Mónaco 1976 | Foto LAT IMAGES
Niki Lauda y James Hunt 1976 | Foto LAT IMAGES

 

 

 

Con esta previa comenzaba la actividad para el GP, pero las cuestiones legales y reglamentarias no serían lo único enrarecido, el clima aportaría también los suyo para hacer de esta previa una verdadera cuestión difícil de digerir. La lluvia desatada antes del inicio de la competencia provocó un pedido formal de suspensión del evento por parte de Niki esgrimiendo para este pedido razones de seguridad afirmando que no estaban dadas las condiciones para llevar a cabo el GP, sin embargo y a pesar de que el pronóstico no era favorable la mayoría de los pilotos, con Hunt a la cabeza, decidieron correr, y la tragedia empezaba a consumarse.

El GP daba comienzo, todos calzados con neumáticos para lluvia, todos menos Jochen Mass, compañero de Hunt quien desde el 9° puesto de salida en la parrilla se jugó con neumáticos lisos, aquella decisión resultó ser, con el devenir de las primeras vueltas la correcta, y le local tomo la delantera al irse secando la pista, por este motivo comienza una alocada entrada en boxes en busca de estos neumáticos, la parada de Lauda fue un tanto caótica, ferrari demoró más de 22 segundos en el cambio y algo pareció no quedar bien, Niki sale endemoniado del box tratando de recuperar el tiempo perdido, comenzó a escalar posiciones exigiendo al máximo a su ferrari pero el monoplaza no acompaño tal exigencia y a causa de una falla mecánica luego de la curva Bergwerk sale despedido contra las barandas las cuales lo devuelven a la pista envuelto en llamas.

 

 

Niki Lauda, Alemania 1976 | Foto Archivo
Niki Lauda, Alemania 1976 | Foto Archivo

 

 

Todos lo demás es historia conocida, las carambolas posteriores y el intento desesperado de sus colegas por sacar a Niki de esa enorme bola de fuego, Principalmente Arturo Merzario quien si bien no participo de ninguno de los accidentes posteriores detuvo su Wolf y corrió rápidamente al lugar y aún quemándose las manos logró desprender los cinturones de seguridad, Niki permaneció inconsciente casi unos 50 segundos en el fuego a más de 800 grados centígrados, las lesiones fueron varias tanto externas como internas, sus pulmones y vías respiratorias estaban muy comprometidos tanto por las quemaduras como por el humo toxico inhalado, las ambulancias demoraron en llegar debido a la extensión del circuito. Fue trasladado al hospital, allí los médicos llegaron a decir que no había mucho por hacer, que estaba en manos de Dios, Pero Niki quien llegó a ser testigo de su propia extremaunción no estaba dispuesto a dar por finalizada allí su carrera, si vida tenía todavía más circuitos que recorrer, más carreras por ganar, más campeonatos por obtener y sobre todo, más vida por vivir y así lo Hizo.

Hoy…1°de Agosto recordamos no solo al gran Niki Lauda sino también la lección de vida más grande que una persona nos pudo haber dejado. No podemos decir otra cosa más que Gracias Niki, Gracias por esta lección, tu legado y recuerdo estará siempre en el corazón de todos nosotros.