El briánico, que se ausentó el jueves pasado por una intoxicación, reveló que perdió de tres a cuatro kilos. Admitió que el viernes no se encontraba bien cuando corrió la PL1 y la clasificación.
Una vez más se expuso la salud de un piloto. Lando Norris se ausentó de las actividades del jueves en Interlagos por una intoxicación. Su presencia, el resto del fin de semana, estaba en duda y McLaren dio aviso a Nyck de Vries que podría sustituir al británico.
Finalmente, Woking no tuvo que activar el plan de emergencia. El viernes, Norris se presentó en el circuito y pudo hacer la primera práctica y la clasificación para la Sprint. Sin embargo, las imágenes del rostro de norris, demacrado y con signos de cansancio, hizo sospechar que no se encontraba del todo recuperado.
Un día después el Gran Premio de Brasil, dónde abandonó en la vuelta 50 por una falla en el motor, se mostró aliviado por haberse ido temprano a casa. “Estuve bastante mal ayer [por el domingo]”, le respondió a un cronista de Autosport cuando le consultó sobre su salud. “Llegué a un punto en el que empecé a luchar un poco físicamente, pero luego mi carrera había terminado. Estoy bien, estoy mejorando cada día, solo el último día me pasó factura”, comentó el británico.
Sin embargo, el malestar lo dejó inapetente. Norris reconoció que estuvo 48 horas sin ingerir alimentos: “No comí durante dos días, no bebí durante dos días, bajé tres y medio, casi cuatro kilos de peso. Realmente luché mucho”. “Todos pensaron que estaba bien después del viernes, porque hice un buen trabajo y fuimos rápidos, pero fue todo lo contrario. Así que solo necesito recuperarme para el próximo fin de semana”, señaló.
Aseguró que si la carrera era el viernes no habría podido participar: “Hubo un par de puntos el jueves en los que pensé que no podría correr, pero tuve mucho apoyo. Todos los médicos vinieron a verme a mi hotel y todo eso, así que todos me dieron todo el apoyo que pudieron”.
No es la primera que un piloto se sube al coche sin estar en óptimas condiciones; pasó en otros momentos del año y en temporadas anteriores. Lo ocurrido con Norris es otro llamado de atención a la FIA para que refuerce los controles médicos de los pilotos. Para que el británico se sentara en el McLaren necesitó el visto bueno de los médicos del equipo y el ente rector. No solo la seguridad de las carreras está en juego, también la salud de los correrdores.