La  categoría reina nos ha entregado a lo largo de su historia hechos y personalidades que son dignos de reconocer, recordar y por sobre todo admirar.

 

En este caso nos vamos a referir a Christopher Arthur  Amon, otro de estos irrepetibles personajes de aquella dorada época, piloto  y constructor que luchó hasta con su propia mala fortuna en pos de sus sueños.

 

Chris Amon, como mayormente se lo conoce, nació un 20 de julio de 1943 en Nueva Zelanda, hizo su debut en Fórmula 1 en el GP de Bélgica  de 1963 a la edad de 19 años, con un Lola motorizado por Climax, equipo denominado Reg Parmell Racing; si bien estaba anotado para la competencia previa, en Mónaco no pudo ser parte por tener que cederle el monoplaza a su compañero.

Desde su año debut y hasta 1966 corrió para 5 marcas diferentes, el ya mencionado Lola, Lotus con los modelos 24 y 25, Brabham, McLaren y Cooper, con la particularidad  que era, en esta primera etapa un piloto cubre huecos ya que en ningún caso completó una temporada de principio a fin, hecho que si bien puede ser frustrante en algún punto le permitió por otro lado participar en otro tipo de competencias como ser las 24hs de Le Mans la cual ganó en 1966 junto a Bruce McLaren a bordo de un Ford GT-40.

 

 

 

Hecho que le permitió sin dudas tener otro tipo de consideración entre los distintos equipos, a tal punto que consiguió un contrato con Ferrari para 1967 el cual incluida, además de la F1, la participación en competencias de larga duración; equipo con el cual también ganó las 24 hs de Daytona y los 1.000 Km de Monza junto a su amigo Lorenzo Bandini al comando de un Ferrari 330 P4.

En cuanto a la F1 y ya como piloto del Cavallino, en aquel año 67  comienza escribir su época más destacada, aunque también, y de una manera bastante difícil de explicar la mala fortuna se mezcla y convive y por momentos hasta opaca a su gran talento, aunque Chris siempre decía que “la mala suerte no existe” fue quizás este factor el que a pesar de ser considerado uno de los mejores y más rápidos corredores de los años 60 y 70, le impidieran ganar aunque sea una carrera.

 

 

A bordo de una Ferrari 312/67 finalizó 4° esa temporada en la cual subió  4 veces al escalón más bajo del podio, pero quizás fue en la temporada siguiente, la del 68, en la que su mala fortuna le ganó a su talento y velocidad, ese año pudo haber sido campeón mundial y sin embargo no consiguió ni una sola victoria, hizo 3 poles y completó la primera fila de partida en 8 de las 12 fechas. Lideró varias de las competencias de ese año aunque siempre vio resignada su posibilidad por inconvenientes mecánicos menores, en España por ejemplo, rompió un fusible de la bomba de gasolina, en Bélgica una piedra perforó el radiador de agua. Gran Bretaña fue quizás la más cercana a la victoria, la peleo de principio a fin y quedó segundo después de haber batallado y liderado gran parte de ella. En Canadá la caja de velocidades le negó la victoria.

 

De esta manera lo que pudo haber sido un titulo mundial se transformó en un décimo puesto al final de la temporada. Aunque el propio Chris negara la existencia de la “mala suerte” está claro que sin duda marcó su carrera. Mario Andretti dijo en una oportunidad “si Chris fuese sepulturero la gente dejaría de morir”.

Amon continuó un años más en Ferrari y en el 69 también se le negó la victoria en España, luego de ir liderando por casi 40 segundos de ventaja hasta que el motor de la 312/69 dijo basta al igual que Chris al final de la temporada, un poco cansado de la poca fiabilidad decidió emprender nuevos rumbos y pensó que quizás en una escudería más chica con motores V8 más fiables sería una buena oportunidad, lo cual visto en perspectiva no fue una buena idea, ya que para el siguiente año, en 1970, Ferrari estrenaría el modelo 312B con el cual Jacky Ickx ganó 3 carreras y finalizó segundo en el campeonato.

 

 

Por su parte el Chris continuó su carrera como piloto los siguientes 4 años en distintos equipo: March, en el 70, Matra 71 y 72 hasta que finalmente en el 73 alterna entre Tyrrell y Tecno( este último con los días contados en la F1). Así fue como comienza un nuevo desafío en la vida del piloto Neozelandés; el de constructor quizás no tanto por pasión romántica como pudo haber sido el caso de Merzario o Rebaque sino por necesidad y ganas de seguir corriendo, pero lo cierto que para 1974 con la colaboración de John Dalton en la financiación y Gordon Fowell a cargo del diseño nace el AMON AF101 un monocasco de Aluminio con motor Cosworth DFV que presentaba como novedad la ubicación  del tanque de combustible entre el piloto y el motor, suspensiones de titanio y un diseño aerodinámico que pretendía ser una combinación, al menos desde el aspecto, de Lotus y March.

 

El camino del CHRIS AMON RACIN no fue sencillo, las finanzas fueron un gran inconveniente para el equipo impidiendo su desarrollo y hasta incluso la participación en varios de los grandes premios de la temporada, de hecho el AF101 pudo debutar recién el el GP de España, la cuarta cita del año en la cual consiguió el puesto 23 de la parrilla pero abandonó por problemas en los frenos, En Mónaco y solo quizás por su habilidad como piloto logró su mejor posición de parrilla ubicándose en el casillero 20 aunque por problemas eléctricos no pudo largar, los 4 grandes premios siguientes fueron casilleros en blanco para el equipo que recién pudo tomar parte del GP de alemana para el cual  Amon no pudo competir por problemas de salud, su lugar lo ocupó Larry perkins quien no tuvo mejor suerte y estrelló el coche en la clasificación. La vida del Chris Amon Racing tenía ya los días contados y solo quedaría resto financiero para un GP y así fue como Monza marcó la despedida y el fin de la aventura pero el maldito destino quiso que ni en la última el AF101 pudiera siquiera ver la luz verde del semáforo y todo acabó, fue el fin del CHRIS AMON RACING, un suspiro, un sueño que duró casi menos que un parpadeo. No obstante su carrera como piloto no culminó, de hecho completó la temporada 74 corriendo las 2 últimas competencias para BRM y paradójicamente fue en el cierre del año, en E.E.U.U. que consiguió ver la bandera a cuadros culminando en el noveno lugar. Las temproadas 75 y 76 las corrió para la escudería Ensing  retirándose definitivamente luego del GP de Alemania, aquel en el que casi pierde la vida Niki Lauda.

Chris Amon. 14 temporadas en la máxima, 96 Grandes Premios largados, 11 podios, 5 poles, 3 vueltas rápidas ningún triunfo por puntos, una victoria sin puntaje en el GP de Argentina 1971 con un Matra MS120. Y mucho protagonismos principal en el Rol de enriquecer la maravillosa historia  de esta hermosa categoría.