Dave Robson comentó los pormenores que caracterizarán al nuevo modelo de la casa con sede en Grove.
Con las pruebas de pretemporada a la vuelta de la esquina y con la planificación previa de una jornada de ‘filming day’ para el próximo 13 de febrero, Williams se prepara para poner en pista una nueva ilusión que lo aleje del oscuro lugar que ocupa desde hace años y así poder acercarse a los tiempos exitosos en los cuales peleaba (y ganaba) el Mundial de Pilotos y la Copa de Constructores, obteniendo el prestigio del cual aún goza pero que se ha visto eclipsado por una serie interminable de fracasos y frustraciones.
Dave Robson, encargado del área de Rendimiento del Vehículo, viene trabajando duro desde el año pasado junto a su equipo de técnicos e ingenieros para mejorar la performance de un monoplaza que, según algunos especialistas, dejará de parecerse tanto al Mercedes para incluir conceptos de diseño más relacionados con Red Bull, especialmente en aspectos relacionados con el fondo plano y los pontones laterales. En ocasión de la presentación del FW45, Robson explicó algunos de estos cambios:
“Será un coche que evoluciona por filosofía. La nueva normativa en la parte de abajo del monoplaza dominará parte de los cambios. Lo otro que se notará es una actualización en el diseño de los vientres. una evolución en comparación con el paquete presentado en Silverstone. En aquél momento no pudimos mejorarlo porque estábamos limitados por el diseño del radiador y no queríamos meternos con él, pero la idea ya la teníamos”.
En otro orden y coincidiendo con lo manifestado por ingenieros y jefes de equipos, Robson comentó que la ausencia de los tests de Barcelona ha complicado la labor de todas escuderías, pues, todo se limitará a probar unos pocos días en Sakhir casi sobre la fecha de inicio de temporada. No obstante, confía en que las innovaciones introducidas en el nuevo FW45 rendirán en línea con lo esperado:
“La próxima semana tendremos un día de filmación y el auto dará sus primeros pasos, luego tendremos otro en Bahrein antes de las pruebas. Creo qué, aunque son pocas jornadas, estaremos muy bien preparados. Esta es mi segunda construcción de un coche y es completamente diferente a cuando llegué el año pasado, solo unas semanas antes de la presentación. Todo el mundo está trabajando duro, es una fase muy intensa y ajetreada. Queremos tener los repuestos necesarios para Bahrein. El año pasado pareció ser un poco más fácil, con los test en Barcelona y luego un par de semanas antes de los test en Bahrein, ahora es un poco más complicado”, concluyó.