El concepto, propuesto originalmente a fines de del año 2009 por una consultora de ingeniería británica contratada por la FIA, habla de crear una paquete de reglas en común para crear un motor de base que podría ser adaptado para competir en alrededor de 11 categorías alrededor del mundo.
Los campeonatos que podrían compartir motor irían desde la F1 e Indycar a categorías de monoplazas de promoción, como F2 y GP3, autos de Rally, y sport prototipos, pero este concepto fue descartado luego de que se levantaron objeciones con respecto al costo y la practicidad por parte de los organizadores y fabricantes.
Todt considera que con la gran inversión necesaria para producir motores para las regulaciones actuales, este concepto puede volver a ser atractivo, sobre todo enfocándose en F1 y Sport Prototipos (WEC):
“Probablemente lo que diría, seria usar este motor de F1 en otras categorías de deporte motor, lo cual tampoco es fácil.
Al momento, cada categoría tiene sus propias regulaciones individuales, por lo cual creo que tendríamos que tratar de ver si podemos crear algún tipo de sinergia.
Tenemos el WEC con LMP1 con motores totalmente distintos, así que tendría sentido anticipar un futuro para el campeonato de resistencia utilizando esta sinergia, lo cual incidentalmente seria cubrir el mismo tipo de kilometraje”
Esta propuesta aun no ha sido presentada oficialmente, por lo cual es aún una sugerencia informal de Todt, pero con las reglas para motores de F1 cambiando en 2021 y las de WEC en revisión luego de las partidas de Audi y Porsche, es una posibilidad mas sobre la mesa.