El británico buscó terminar con las especulaciones sobre su futuro en la Fórmula Uno. Admitió que se equivcó al declarar abiertamente que el equipo no lo escuchaba.
Los últimos días surgieron, nuevamente, especulaciones sobre el futuro de Lewis Hamilton en la Fórmula Uno. Su contrato con Mercedes finaliza a fin de esta temporada y sumado a su disconformidad con el rendimiento del W14 en Bahrein, se dispararon un sinfín de rumores sobre su continuidad en Brackley o en la categoría.
En la rueda de prensa de este jueves, el británico buscó poner freno a cualquier especulación. “No planeo ir a ningún otro lado”, contestó sin titubeos al ser consultado.
De hecho, ensayó una corrección en sus declaraciones de la semana pasada donde se quejó abiertamente que el equipo no lo escuchó al marcar las falencias que tenía el W13 y no se reflejaron en mejoras en el actual monoplaza.
“En retrospectiva, creo que mirando hacia atrás no fue necesariamente la mejor elección de palabras”, intentó explicar el siete veces campeón.
“Hay momentos en los que no estás de acuerdo con ciertos miembros del equipo, pero lo importante es que sigas comunicándote”, explicó Hamilton tratando de poner paños fríos a la polémica.
Señaló que todo el equipo se está trabajando en las soluciones para el coche: “Tengo un 100 por ciento de confianza en todos: no pierdes repentinamente la capacidad de hacer grandes autos”.
Consciente que la bomba interna que hizo estallar la semana pasada no ayuda a Mercedes, retomó la línea discursiva para mantener la moral en alto en Brackley. “Tenemos una mentalidad similar a la del año pasado, tratando de mantenernos positivos; obviamente, es un shock cuando descubres que el auto no está donde quieres que esté”, remarcó.
Hamilton destacó la superioridad de Red Bull en la primera fecha del campeonato. Incluso, describió una característica de los RB19: “Creo que en la carrera no estaban presionando, por lo que son mucho más rápidos de lo que parecían”.