En la última vuelta, Ocon ingresó a boxes y casi se lleva por delante a auxiliares que bloqueaban el pit line. Los comisarios exigen una revisión de los protocolos y procedimientos de seguridad.
Nuevamente la negligencia sobre el final de un Gran Premio de Fórmula Uno. Cuando faltaba un giro para la bandera a cuadros en Bakú, Esteban Ocon ingresó a boxes para cumplir con el cambio de neumáticos. De golpe se encontró con el ingreso bloqueado por auxiliares de la FIA y fotógrafos que preparaban el parque cerrado del podio. Con el Alpine encima, los particulares se corrieron rápidamente para que pudiera pasar.
El incidente, que reviste de gravedad, obligó a los comisarios a convocar de urgencia al delegado deportivo de FIA y al director de carrera Neils Wittich. Después de revisar las imágenes, los oficiales emitieron una dura reprimenda para los representantes del ente rector.
“Notamos que no era inusual que los representantes permitieran que tales personas ingresaran al pit lane justo antes del final de la carrera, en el curso habitual de preparación para el parque cerrado y el podio ceremonia”, señalan en referencia a los auxiliares y fotógrafos.
El documento, que lleva el número 59, detalla que hubo un piloto (Ocon) que debió ingresar sobre el final de la carrera y ocurrió “una situación muy peligrosa para los que estaban en el pit lane”. Los comisarios sostuvieron “que fue una suerte” que no hubo consecuencias graves. Además, subrayaron que son primordiales “los requisitos para garantizar un evento seguro y ordenado”.
“Repasamos en detalle los procedimientos y protocolos pertinentes con los representantes de la FIA y se les exigió que tomaran medidas inmediatas para reconsiderar estos procedimientos y protocolos con las partes interesadas relevantes (incluida la FOM, los equipos y la FIA) para garantizar que esta situación no vuelve a ocurrir”, sentenciaron.
Es la segunda carrera consecutiva que FIA debe responder por fallas de seguridad. En Melbourne, los promotores y el delegado deportivo tuvieron que asumir las responsabilidades por la invasión de público cuando los autos todavía estaban cruzando la meta. Los aficionados obstruyeron el trabajo de una grúa que estaba retirando un monoplaza arrumbado en una de las vías de escape. También, hubo una situación de peligro cuando los espectadores rodearon el Haas de Hülkenberg con la alerta de descarga eléctrica activada.
La seguridad en los circuitos vuelve a estar en la mira. Justo en el fin de semana que se cumplen 29 años de la muerte de Roland Ratzenberger y Ayrton Senna.