El británico culminó en sexto lugar luego de una carrera difícil. Tuvo una detención temprana que no le permitió sacar partido del Safety Car. Cuando recuperó terreno, ya no podía alcanzar a Sainz y Alonso.
Lewis Hamilton completó un nuevo fin de semana consecutivo en los puntos mientras busca recuperar, junto a Mercedes, el nivel dominante de los años dorados. Luego de firmar una performance correcta a lo largo del fin de semana, sorteando incluso la exigente carrera sprint del sábado, el británico culminó el Gran Premio de Azerbaiyán en sexto lugar.
Con la ilusión que las actualizaciones presentadas en Bakú le otorgaran un salto de calidad a Mercedes, Hamilton firmó una carrera decente tras una buena largada donde pudo mantener a raya a Fernando Alonso. El español salía mejor traccionado en los primeros compases. Llegando al primer tercio de carrera entró a los boxes a cambiar por la gama más dura de neumáticos e intentar algo distinto que le permitiera acercarse a las Ferrari que eran el gran rival directo por el último escalón del podio.
Posteriormente dio una muestra de su calidad con buenos adelantamientos luego escalando para volver a los puntos, pero sus aspiraciones de llegar a un podio y quedar por delante de las Ferrari se esfumaron mucho antes cuando Nyck De Vries provocó el único Safety Car de la carrera.
Con el auto de seguridad hipotecando sus chances, el piloto nacido en Stevenage remontó varias posiciones incluyendo a su compañero George Russell y se limitó desmarcarse del Aston Martin de Lance Stroll luego de un gran adelantamiento al capitalizar un error del canadiense.
Sobre el final y con el W14 más descargado, Hamilton intentó un efímero asalto a Carlos Sainz pero nunca logró encontrar el hueco para dar cuenta del español de Ferrari.
Respecto a su carrera, Lewis Hamilton señaló que el momento en el que salió el Safety Car no fue fortuito para con él. En este sentido, se encontraba en el décimo lugar a tiro de Nico Hulkenberg cuando se neutralizó la competencia y tuvo que esperar su momento para recuperar posiciones y volver a la zona alta de los puntos. También afirmó que ni siquiera con DRS pudo competir con la velocidad en recta que ofreció la Ferrari de Sainz en el sprint final.
“¡El momento del Safety Car no fue el ideal! Sin embargo, no podía atascarme en esa frustración. Tuve que mantener la cabeza baja y concentrarme en atacar. Eso es lo que hice, y volví a la carrera. Realmente disfruté esas batallas con los autos a mi alrededor. El Ferrari de Sainz fue un poco más rápido en la recta que nosotros, incluso con el DRS abierto. Sin embargo, di todo lo que tenía para pasar”, dijo en el corral de prensa.
Por otro lado, a pesar de no poder pelear por puestos más competitivos junto a Mercedes, el británico nuevamente se hizo eco de su sentido de pertenencia para con el equipo de Brackley y remarcó que la motivación en la escudería de las flechas plateadas es alta. El heptacampeón confía en que los coches irán recuperando el nivel progresivamente y replicar actuaciones como en Australia.
“Estoy continuamente orgulloso de mi equipo. No tuvimos el ritmo que tuvimos en Melbourne, que no es el mejor, pero no falta motivación en este equipo. Todos tenemos mucha hambre y, con suerte, este es el comienzo de algo mejor en las próximas carreras. Una vez que tenga esa confianza en el auto, el ritmo llegará”, concluyó Hamilton.