Con el podio de Bakú todavía en recuerdo, Maranello buscaba repetir el mismo resultado. Sin embargo, se va de Miami fuera del Top 3 y con más dudas que certezas.
Ferrari culmina un duro fin de semana en Miami. Con Carlos Sainz largando tercero, la Rossa mantenía una remota esperanza de seguir el camino de la recuperación y comenzar su lucha con respecto a Aston Martin por ser el mejor equipo por fuera de Red Bull. Sin embargo, las cosas no fueron del todo favorables para el equipo de Maranello y culminaron lejos del podio con Sainz quinto y Leclerc séptimo.
Los hombres de rojo no pudieron revalidar la performance que ofrecían a una vuelta y al cambiar por la gama de neumático más dura, todo se complicó para Sainz y Leclerc. Desafortunadamente para ellos, tuvieron que lidiar con un SF23 que brindó pocas garantías de competitividad. Incluso, reportaron un excesivo rebote del monoplaza en algunos sectores del circuito.
Con Leclerc en la cuarta fila tras su error de la Q3, la Scuderia ponía todas sus expectativas en que Sainz pudiera tener una buena actuación. El madrileño tuvo una largada conservadora y no pudo adelantar a Fernando Alonso en los primeros compases del Gran Premio, mientras que “Il Predestinato” daba cuenta de Kevin Magnussen y su lucha iba a tenerlo con Pierre Gasly, George Russell y Max Verstappen -que asomaba por detrás-.
Llegado el momento de las detenciones, Ferrari hizo bien las cosas a la hora de cambiar las gomas pero el compuesto duro fue crítico para sus aspiraciones.
Cuando entraba al box, Sainz se excedió de velocidad y recibió una penalización de cinco segundos. El español tuvo que hacer un hueco importante a sus perseguidores para no caer más abajo. Tampoco pudo con el ritmo superior que Alonso fue imponiendo con el Aston Martin y se limitó a culminar la carrera en quinto lugar tras ceder con Russell.
Luego de la carrera, el piloto madrileño dijo ante los medios que no tienen claridad en relación al potencial que pueden desplegar el coche. Focalizó que tuvo que realiar un manejo conservador para sobrevivir sin poner en riesgo la carrera.
“En este momento, con nuestro auto, tenemos cero flexibilidad con respecto a cuánto podemos empujar y no empujar. Tuve que permanecer por debajo del límite durante el resto de la carrera si quería llegar al final. Con las condiciones del viento, lo duros que somos con los neumáticos, esa tanda dura se hizo demasiado larga”, señaló.
En este apartado, la inconsistencia de la Ferrari para marcar el ritmo es otro factor que privó al equipo de lograr un resultado más fuerte. Carlos se llevó una sorpresa porque la expectativa en los papeles era otra.
“Especialmente en la carrera, tan pronto como presionas una vuelta. Hacés una buena vuelta rápida y luego en la siguiente vuelta sos tres décimas más lento con los neumáticos que eran muy, muy duros. Lo que significa que nosotros no tenemos flexibilidad para empujar o no empujar. Y solo necesitamos seguir un cierto ritmo para llegar al final. Estoy sorprendido porque pensé que seríamos mejores, pero esta carrera nos mostró que todavía tenemos trabajo por hacer”, dijo Sainz.
Leclerc cayó a media tabla. Pasó muchas vueltas enfrascado y sin el ritmo para poder avanzar. Inclusive, el monegasco tuvo inconvenientes para volver a superar al Haas de Magnussen. Posteriormente dio cuenta del danés y Gasly pero no pudo con Lewis Hamilton sobre el final y quedó séptimo.
El oriundo de Mónaco dijo que los problemas que el SF23 presentó en Miami son los mismos que viene aquejando desde que arrancó el campeonato. Agregó que la constante incertidumbre que genera el coche no ayuda a la hora de ganar confianza.
“Creo que ha sido similar desde el comienzo de la temporada, ya que en cada carrera vamos de un compuesto [del neumático] al otro y nunca sabemos qué va a pasar con un compuesto nuevo. Así que Siempre es una incógnita cómo va a reaccionar el coche. Como piloto, es muy difícil ganar confianza y adaptar tu conducción porque pasas de un juego a otro y el coche está completamente en una ventana diferente”, declaró Leclerc en el corral.
Respecto a la última temporada, puntualizó que la diferencia recae en la sensibilidad al viento que ofrece el paquete de Ferrari. Y que muchas veces el panorama es uno y radicalmente termina siendo otro.
“Fue bastante diferente al año pasado. Esto es seguro, este año tenemos un automóvil que es mucho más sensible al viento y estamos luchando mucho más con eso. Así que hay mucho trabajo en marcha”, explicó.
“A veces sentimos que hemos dado un paso adelante y luego llegas en condiciones particulares y hace más calor que en otras carreras y ahora estamos completamente fuera de la ventana. Tenemos que trabajar en eso”, concluyó el actual subcampeón.
El panorama de Ferrari tras el paso por Miami es duro. Sobre todo porque en clasificación se habían mostrado fuertes y parecían comenzar a recuperar terreno. No encontrar el balance en el auto, sumado a una nueva derrota ante Aston Martin y Mercedes, es otro golpe que obliga a Maranello a mejorar de cara a la gira europea que comenzará en dos semanas.