Casi pierde el auto en Eau Rouge cuando buscaba estirar la diferencia con Pérez. Leclerc terminó tercero. Hamilton y Russell doblegaron a los Aston Martin de Alonso y Stroll.

 

Max Verstappen ganó el Gran Premio de Bélgica en una carrera que controló a su gusto aún partiendo de la sexta posición. Eso sí, Spa-Francorchamps le dio un susto que le hizo bajar las revoluciones.

 

El viejo trazado belga se hace respetar. Su historia, sus variantes climáticas y sus curvas legendarias castigan a los pilotos que osan subestimarlo. Y al líder del campeonato le propinó una lección que no olvidará.

 

En la vuelta 20, con el piso húmedo y neumáticos lisos, Verstappen entró a fondo en Eau Rouge para estirar más la diferencia con Sergio Pérez (segundo). El Red Bull patinó en la subida y el holandés debió contravolantear. La suerte y la habilidad del piloto evitó que se fuera contra el muro. El susto le dio la razón al Pit Wall que le pedía que obedeciera el plan de carrera y tuvo que bajar la ansiedad.

 

 

A esa altura la adrenalina del público estaba por las nubes. Más precisamente desde la largada. Charles Leclerc -heredero de la pole gracias a la penalización de cinco lugares de Verstappen- movió bien y le tapó los huecos a Pérez. Sin emabargo, la Ferrari no pudo resistir la superioridad de velocidad del RB19 en el final de Kemmel y el mexicano se puso al frente del pelotón.

 

Checo buscó estirar la diferencia para complicar el trabajo de su compañero que debía remontar. Pero el holandés ya había ganado dos posiciones y aguardaba la habilitación del DRS para superar a Lewis Hamilton (Mercedes) por el tercer lugar.

 

A partir de la quinta vuelta comenzaría el Verstappen Show. Dejó atrás al británico cuando lo superó por el interior del ingreso a Les Combes y tres vueltas más tarde, en la misma curva, doblegaría a Leclerc por el externo. Su próxima presa era Pérez.

 

El box trataba de contener al holandés para que la ansiedad por ganar no le jugara una mala pasada y terminaran los dos afuera. “Sigue el plan de trabajo, por favor”, le suplicaba su ingeniero. Max tenía su propio libreto.

 

 

Pasada la primera tanda de pit stop empezó el asalto final. Verstappen fue por Checo en la vuelta quince. Al salir de la Parada del Autobús, el mexicano tenía pegado al Red Bull Número 1. Ni bien cruzaron la línea de DRS de Kemmel, el líder del campeonato rebasó a su compañero y antes de completar la vuelta dieciséis le sacó un segundo y medio de ventaja.

 

Un giro después comenzó a caer las primeras gotas en la zona de la curva 15 (Campus). Lentamente aumentaba la intensidad de la lluvia pero no estaban dadas las condiciones para que los coches cambiaran a intermedias y los slicks no se patinaban. Fue en ese momento que Verstappen tuvo el susto en Eau Rouge y moderó su agresividad.

 

La verdera lucha se daba del tercer puesto para atrás. Los Red Bull tenían asegurado sus posiciones. En cambio, Leclerc debió batallar con Hamilton por el tercer lugar. Mercedes jugó un undercat en la segunda detención pero Ferrari reaccionó rápido llamándo inmediatamente al monegasco y neutralizó la  estrategia de Brackley.

 

Leclerc era la esperanza de Maranello tras la caída de Carlos Sainz. El español tuvo que ser retirado, en la vuelta 23, por los daños en el pontón derecho producto del toque que tuvo en la largada con Oscar Piastri. El australiano, que abandonó en la primera vuelta, se coló por el interno en La Source. Sainz quedó apretado por Hamilton que le ganaba el externo y no tuvo margen para evitar el contacto con el McLaren.

 

 

Si bien Mercedes no pudo ganarle a Ferrari, nuevamente se tomó revancha con Aston Martin. Hamilton contenía a Fernando Alonso y George Russell peleaba con Lance Stroll. Los W14 terminaron por delante de los AMR23 exponiendo el retraso que experimentan los de Silverstone desde el Gran Premio de España.

 

Los que no pudieron sostener su buena estrella fueron los McLaren. Andrea Stella, director deportivo de Woking, anticipó en la semana que Spa no era un circuito para el mejorado MCL60. Las rectas de alta velocidad no favorecen al monoplaza que tiene buen ritmo con variantes trabadas -en la salida tracciona mejor-. Lando Norris (séptimo) llegó a estar decimoquinto y le costaba tomar ritmo.

 

Pero lo que ocurría a sus espaldas poco le importaba a Verstappen. Las últimas diez vueltas se dedicó a hablar por radio con Gianpiero Lambiase. Los televidentes escuchaban con asombro como el líder de la carrera discutía con su ingeniero de pista. Max quería el record de vuelta y Lambiase pedía que cuidara la carrera. El piloto lanzaba ironías y el ingeniero apelaba al sentido común.

 

 

Verstappen cruzó la meta en primer lugar seguido por Pérez. Más atrás arribó Leclerc. Mientras el ganador giraba en La Source para ingresar a parque cerrado, Hamilton le quitaba el punto de la vuelta rápida.

 

Red Bull igualó la marca de McLaren cuando en 1988 ganó las primeras doce carreras del año -estadística injusta si consideramos que la temporada inaugural de la F1 tenía solo siete fechas-. Milton Keynes lleva 13 carreras sin conocer la derrota desde Abu Dhabi 2022. Y con la suma de Grandes Premios y Sprint, Max Verstappen acumula 16 podios consecutivos.

 

Pese a la contundencia de sus números y llevar 125 unidades de ventaja en el campeonato, se va disconforme de Spa-Francorchamps por no haberse llevado todos los puntos en juego.

 

Así termina la primera parte de la temporada. Dentro de un mes, pasado el receso estival, la Fórmula Uno retomará su camino con una sola pregunta: ¿Cuántas carreras faltarán para que el holandés levante su tercera corona? Por las dudas habría que tachar la primera para adelantar el conteo: Zandvoort.