Verstappen sostuvo que pese a las inclemencias climáticas pudieron tomar las decisiones acertadas. Aseguró que solo quiere disfrutar el momento y no pensar en el record de victorias consecutivas de Vettel.
El holandés Max Verstappen venció por tercera vez consecutiva en Zandvoort y estiró su ventaja en el campeonato a 138 puntos sobre su compañero Sergio Pérez.
Ni la lluvia pudo contener el paso arrollador del actual monarca que dominó la carrera pese a los esfuerzos del mexicano y Fernando Alonso de cortar su racha exitosa.
“Es increíble. Tampoco hoy nos lo pusieron fácil debido al clima para tomar las decisiones correctas en todo momento. Estoy increíblemente orgulloso”, destacó el holandés en el parque cerrado ante la algarabía de sus compatriotas.
La ola naranja colmó las gradas de Zandvoort para alentar a su campeón y éste no les falló. Con dos momentos de lluvia, un Safety Car y una bandera roja a falta de siete vueltas, controló a sus rivales y se alzó con el triunfo.
“Ya se me puso la piel de gallina cuando tocaron el himno nacional antes del inicio. Incluso con todo el mal tiempo, la lluvia; los aficionados seguían jugando por lo que había un ambiente increíble”, dijo en referencia al entusiasmo del público.
Con el correr de las fechas, da la sensación que nada puede detenerlo. Además, sin proponérselo, está pulverizando todas las marcas que registra la Fórmula Uno.
Este domingo fue el turno del record de victorias consecutivas que ostentaba Sebastian Vettel. El holandés lo igualó al alcanzar el noveno lauro y podría quebrarlo dentro de siete días en Monza -si mantiene su paso arrollador-.
Consultado si piensa superar la marca del alemán, que data desde 2013 y le valió su cuarta y última corona, comentó: “Lo pensaré la próxima semana. Primero voy a disfrutar de este fin de semana. Siempre es duro, hay presión para rendir y, por supuesto, estoy muy feliz de ganar aquí”.