Leclerc y Sainz lograron un inesperado 1-2 que ni siquiera estaba en los planes de Ferrari. Verstappen no pudo alcanzarlos y partirá tercero. Ricciardo dio el batacazo con una cuarta posición.
Caótico y desconcertante. Eso fue la clasificación para el Gran Premio de la Ciudad de México que vio a Charles Leclerc como el poleman y a Carlos Sainz como escolta. Fue 1-2 de Ferrari en una Q3 dónde Max Verstappen volvió a quedarse fuera de la primera línea de partida y deberá salir desde la tercera posición.
Fue caótico porque lo estrecho del circuito azteca empeora el tráfico en Q1. Un mínimo error puede costar la eliminación para la siguiente tanda. Y eso fue lo que ocurrió, por ejemplo, con Lando Norris.
El británico de McLaren, que venía trabajando muy bien en los entrenamientos, sufrió una serie de reveses en los stint que le costó el pase a Q2. El embotellamiento, un sobreviraje y problemas con el coche lo dejaron último en el clasificador -aunque partirá decimonoveno porque Yuki Tsunoda penaliza por superar el límite de cambios de Unidad de Potencia-.
Verstappen no hizo muchos esfuerzos para ganar la tanda. Solo aprovechó los pocos márgenes de pista libre para marcar dentro del minuto diecisiete. Con eso le bastó para aguardar la Q2.
Pero no todo fue satisfacción para el holandés. En el segundo intento se detuvo en la salida de boxes para que se aleje un coche que estaba por delante y no le interfiriera su vuelta. Esto originó un embotellamiento en el pit line y no fue el único caso. George Russell (Mercedes) y Fernando Alonso (Aston Martin), junto con el piloto de Red Bull, quedaron en la mira de los comisarios por obstrucción.
Para colmo, un trompo de Alonso en la curva tres dio por tierra la última vuelta de casi todos los pilotos. El AMR23 quedó detenido a contramano y no podía retomar el sentido de la pista. Lewis Hamilton (Mercedes) ingresó a la zona y realizó una extraña maniobra: levantó y volvió a acelerar. La acción del siete veces campeón también quedó bajo investigación -en este caso por ingnorar la bandera amarilla-.
El caos dio paso a la calma en la segunda tanda. La dupla de Red Bull marcó rapidamente el tiempo y se aseguraron el pase a Q3. Pero la pista mejoró. Esto abrió paso a George Russell, Daniel Ricciardo, Oscar Piastri, Charles Leclerc y Valtteri Bottas. Los cinco fueron empujando a Sergio Pérez, de su segundo puesto inicial, hasta la séptima posición. Pero sería Hamilton quién daría el golpe y terminaría corriendo a los Red Bull de sus posiciones en Q2.
El británico desplazó a Verstappen por +0.054s y lo relegó a la segunda colocación, mientras que Pérez bajaba al octavo lugar.
Se aguardaba que la Q3 sería una faena de los coches de Milton Keynes. El holandés, con neumáticos blandos nuevos, y el mexicano, con usados, salieron decididos a quedarse con la primera línea. El objetivo se cumplió, pero las Ferrari, con cubiertas nuevas, pulverizaron los cronos: Leclerc con la pole provisoria y Sainz en segundo lugar.
Costará entender que sucedió en el último stint de los diez particpantes. Ninguno pudo sacarse ventaja. El tráfico y el mal giro en algunos sectores creó un efecto dominó a todos los pilotos. Leclerc y Sainz hicieron una pésima vuelta. Valtteri Bottas y Zhou Guanyu no pudieron escalar posiciones quedando noveno y décimo respectivamente. Piastri no pudo pasar más allá del séptimo lugar a casi medio segundo de los de Maranello. Hamilton (sexto) y Russell (octavo) no tenían la velocidad suficiente para dar el sorpasso.
Todo parecía servido para Red Bull. Increíblemente, Verstappen no pudo doblegar a las Ferrari y quedó tercero a +0.097s del monegasco y a +0.030s del español. Pérez finalizó quinto siendo superado por su peor pesadilla: Ricciardo. El australiano, indicado como la carta de recambio si el mexicano no alcanza el subacampeonato, dio el batacazo y clasificó cuarto con el indócil AlphaTauri.
Charles Leclerc cortó una racha de 11 ediciones dónde no se repetía el poleman. La última vez fue con Ayrton Senna en 1988 y 1989 en la antigua configuración del Hermanos Rodríguez.
La pole fue toda una sorpresa en el box de Ferrari. Ni el piloto ni el equipo lo esperaban. El domingo buscarán aprovechar el 1-2 y las complicaciones de rebase para dar la nota del fin de semana. Siempre y cuando no cometan el error de Mercedes en 2021. Aún está fresco el recuerdo de Bottas, partiendo de la pole, defendiéndose de Hamilton y descuidando el externo. La imagen de Verstappen superándolos a ambos quedó registrado en los manuales de lo que no hay que hacer en una largada. Y en Maranello no pueden darse el lujo de hacer una remake.