El holandés se quedó con la última Sprint del año tras superar a Norris en la partida. El británico y Pérez completaron el podio.
Max Verstappen ganó la última carrera Sprint de la temporada. El holandés se impuso en Interlagos por poco más de cuatro segundos a Lando Norris que había marcado la pole en el Shootout.
Como hizo en varias pruebas del año, sean Grandes Premios o carreras de velocidad, definió la carrera en la primera curva. Si bien el de McLaren arrancó muy bien en la partida, no tuvo la suficiente velocidad de punta para tapar la cuerda interna ante la salida del Red Bull.
Verstappen solo se dedicó a administrar el ritmo y conservar los neumáticos blandos durante las 24 vueltas. Detrás de él, era otra la historia.
Interlagos es el único trazado donde parece funcionar el formato Sprint. En las dos experiencias anteriores, más la que se disputó este sábado, se produjeron varias luchas y cambios de posición -en algunos casos sin la necesidad del DRS-. Las características del circuito, con curvas veloces y ondulaciones, favorecen la pesca del rebufo y abre la pelea para todos los pilotos.
Fue el caso de Sergio Pérez. El mexicano perdió en la partida con George Russell y en la curva 4 con Lewis Hamilton. Lejos de rendirse, Checo explotó el potencial que exhibe el RB19 en Brasil y fue tras los Mercedes.
El tapatío le devolvió la gentileza a su rival por el subcampeonato y luego fue por Russell. El británico no pudo contenerlo y cedió la tercera posición -el de Mercedes llegó a estar segundo pero Norris se recuperó e hizo valer la diferencia de ritmo del McLaren-.
Se formaron varios grupos de pelea. El más atractivo fue por la octava posición, el último lugar que otorga puntos. Al frente del pelotón estaba Carlos Sainz (Ferrari) que se defendió de Daniel Ricciardo y Oscar Piastri. El español pudo resistir hasta la bandera a cuadros los ataques del australiano de AlphaTauri. La defensa permitió el acercamiento del McLaren y la conformación de un subgrupo al que se sumaron Fernando Alonso (Aston Martin), Lance Stroll (Aston Martin) y Pierre Gasly (Alpine).
En esta carrera, cada intento fallido de rebase eran unas décimas ganadas por los rivales que se encontraban agazapados. Lo sufrió Ricciardo que debió contener a Piastri. El de McLaren lo padeció con Alonso que intentó rebasarlo en dos ocasiones en las últimas vueltas. Y Gasly también lo experimentó en la mitad de la Sprint, pero fue superado por los Aston Martin y estos no le dieron oportunidad de reacción.
Más allá de los cambios de posiciones, los equipos buscaron la información precisa para la estrategia de neumáticos del domingo. Las cubiertas blandas aguantaron los 24 giros con distintos resultados. Los Red Bull podían administrarlas sin forzar en las curvas rápidas. En cambio los Mercedes se cayeron rápidamente, por primera vez los W14 sufrieron un acelerado desgaste -que se caracterizaron este año por lograr una mayor durabilidad-. Mientras que las gomas de las Ferrari volvieron a degradarse antes del primer tercio de carrera.
Quiénes peor lo pasaron fueron los Haas. El equipo norteamericano apostó por neumáticos medios y estos no rindieron lo esperado. Kevin Magnussen y Nico Hülkenberg finalizaron decimosexto y decimoctavo respectivamente -partieron desde los puestos 11 y 12-.
Max Verstappen se quedó con la Sprint secundado por Lando Norris y Sergio Pérez. La mirada no debe quedarse en el podio sabatino sino en los AlphaTauri. Ratificaron el excelente trabajo que los llevaron a la SQ3. Yuki Tsunoda arribó sexto pisándole los talones a Charles Leclerc (Ferrari) y Ricciardo finalizó noveno -casi le arrebata el octavo lugar a Sainz sobre la línea de meta-. Los de Faenza tuvieron buen ritmo hasta donde les permitieron sus neumaticos. Comparando los resultados del sábado con los del viernes, muchos se preguntaron: ¿Qué les pasó en la clasificación que no pudieron superar la Q1?
