Un estudio jurídico presentó una demanda colectiva por el desalojo de los espectadores en la madrugada del viernes. Reclaman una indemización de 30 mil dólares por daños y perjuicios.
El escándalo en Las Vegas por el desalojo de los espectadores en la madrugada del viernes, mientras aguardaban el inicio de la PL2, y la omisión sobre el reembolso de los ticket, sumó un nuevo capítulo. Un bufete de abogados presentó una demanda colectiva contra Liberty Media -propietaria de Formula One Managment-, F1 Las Vegas Gand Prix -promotora de la carrera- y TAB Contractors Inc. -la compañía encargada del mantenimiento de la pista-.
El estudio Dimopoulos, en colaboración con JK Legal & Consulting, se presentaron en una corte del estado de Nevada en representación de los 35.000 espectadores que, según ellos, se encontraban en el circuito callejero en el primer día de actividad.
Según informa Los Angeles Times, los abogados reclaman una compensación de 30 mil dólares por daños y perjuicios para cada uno de los damnificados.
En el escrito, los demandantes alegan que hubo “incumplimiento de contrato, negligencia y prácticas comerciales engañosas”. Señalan que la Fórmula Uno y sus “organizaciones de seguridad” -en alusión a la FIA– tenían la obligación de inspeccionar la pista “para asegurarse que era segura para el uso de los pilotos y que estaba preparada para los entrenamientos”.
La PL1 fue suspendida ocho minutos después del inicio cuando la Ferrari de Carlos Sainz sufrió daños en el piso producto de una tapa de alcantarilla mal sellada -elemento que es asegurado en los circuitos callejeros-. Dirección de Carrera dio por terminada la sesión y se ordenó una inspección para constatar que estuvieran sellados todos los desagües. Según trascendió, de las 155 que hay en la pista, la mitad estaban mal aseguradas o directamente sin sellar.
“No detectaron los defectos y/o la mala instalación de la tapa de alcantarilla sellada por TAB, y no se aseguraron de que la pista estaba preparada”, señalaron con dureza los abogados.
“El trabajo en la pista realizado por TAB, incluida la instalación de la tapa de alcantarilla defectuosa y el hormigón para sellarla, se completó sólo unos días antes del evento de práctica y la pista no estaba lista para la carrera en el momento del gran premio”, explicaron en el escrito.
Steve Dimopoulos, abogado principal del bufete, declaró a la prensa que la demanda busca reivindicar “los derechos de los aficionados que recorrieron grandes distancias y pagaron pequeñas fortunas para asistir, pero se vieron privados de la experiencia”.
Cerca de la 1 de la madrugada del viernes, mientras aguardaban pacientemente el reinicio de la actividad, los espectadores fueron informados por la organización que debían retirarse de las gradas y los sectores de fans. Algunos se negaron y la policía metropolitana de Las Vegas los intimaron a salir o levantarían cargos por “ocupación de propiedad privada”.
Liberty Media y los promotores manejaron muy mal la situación. Dieciocho horas después del desalojo, difundieron un comunicado en conjunto explicando que la medida fue por razones legales y de seguridad del personal. Pero en la nota firmada por Stefano Domenicali -CEO de la F1- y Renne Wilm -directora ejecutiva de F1 Las Vegas GP- omitieron cualquier tipo de disculpas a los aficionados y sobre el reembolso de los ticket -que osilaban entre los 500 y 2.500 dólares, los más caros en la historia de la categoría-.
El comunicado causó indignación en la opinión pública. Para colmo, el escándalo creció al trascender que los organizadores intentaron ofrecer a los damnificados un bono de 200 dólares en la tienda oficial como compensación, pero solamente para aquellos que tenían boletos del día jueves -excluyendo a los que compraron el abono para los tres días-.
Consultados por varios medios, tanto Liberty Media como los promotores, se abstuvieron de realizar comentarios sobre la demanda. Según la prensa norteamericana no sería el único litigio. En los próximos días se aguardan nuevas presentaciones ante los tribunales de Nevada.