Inesperado adiós a Gil de Ferrán

Inesperado adiós a Gil de Ferrán

El brasileño dos veces campeón del CART y ganador de la Indy 500 falleció a los 56 años. Desde 2018 estaba involucrado con McLaren. Stella: “Poseía la mente más brillante y era un pensador estratégico con un conocimiento único“.

 

Sorpresa y dolor causó en el automovilismo deportivo la temprana muerte de Gil de Ferrán. A los 56 años, el dos veces campeón de la extinta serie CART (actual IndyCar) y ganador de las 500 millas de Indianápolis, sufrió en la tarde del viernes un paro cardiorrespiratorio que truncó su vida.

 

La noticia conmocionó a los aficionados. Su nombre está asociado a los mejores años de los monoplazas norteamericanos cuando amenazaban con destronar a la Fórmula Uno. El brasileño perteneció a la primera camada de jóvenes talentos que vieron en los Estados Unidos la alternativa al no poder alcanzar una butaca en la Máxima Categoría.

 

Antiguamente, para los pilotos no estadounidenses, recalar en la Indy significaba el final de sus carreras deportivas. A principios de los 80, Emerson Fittipaldi reformuló la teoría. Vio allí una oportunidad para reconstruir su carrera que venía en declive desde 1975. Su campaña, que se coronó al final de la década con un título y la primera de sus dos Indy 500, despertó la curiosidad de los pilotos que se formaban en Europa. La revolución de Nigel Mansell en 1993 hizo el resto.

 

De Ferrán probando un Footwork en 1994. (Archivo / Getty Images)
De Ferrán probando un Footwork en 1994. (Archivo / Getty Images)

 

De Ferrán recorrió todo el camino para llegar a la F1: Fórmula Ford británica, Opel Lotus, Fórmula 3 Británica y Fórmula 3000. En F3 luchó por el título de 1991 terminando tercero detrás de Rubens Barrichello y David Coulthard. En 1992 tuvo su revancha y alzó la corona con el equipo Paul Stewart Racing (propiedad de uno de los hijos de Jackie).

 

Las escuderías lo tenían en la mira. Los analistas de la época veían futuro de Fórmula Uno en el joven brasileño nacido en París en 1967. Pero una cosa era la ucronía y otra la realidad. A pesar de las pruebas que realizó para Williams, Footwork y Arrows, nunca pudo asegurarse un asiento. Fue en 1995 que entendió que su destino posiblemente no era Europa sino los Estados Unidos.

 

Jim Hall le abrió las puertas de la IndyCar y a fines de esa temporada logró su primera victoria en el trazado de Laguna Seca. Rápidamente se convirtió en un animador de la serie -ya denominada CART– donde brilló su talento junto a grandes exponentes como Michael Andretti, Al Unser Jr., Jimmy Vasser, Alex Zanardi, Adrián Fernández, Dario Franchitti, Robby Gordon, Paul Tracy, Juan Pablo Montoya, Hélio Castroneves y Kenny Brack; entre otros.

 

El máximo lauro de su carrera deportiva: la Indy 500 de 2003. ( Archivo / Peter Jones - Reuters, 2003)
El máximo lauro de su carrera deportiva: la Indy 500 de 2003. ( Archivo / Peter Jones – Reuters, 2003)

 

En las diez temporadas que corrió en los Estados Unidos cosechó 12 triunfos, se quedó con los campeonatos de 2000 y 2001, y ganó las 500 millas de Indianápolis de 2003. Lauros que logró de la mano del equipo Penske. Junto a Castroneves, hicieron renacer a la escuadra del Gran Capitán.

 

Finalmente pudo ser parte de la Fórmula Uno, pero desde el pit wall. En 2005, dos años después de su retiro, asumió como director deportivo de la escudería BAR-Honda donde se mantuvo por dos temporadas. En 2018 regresó a la categoría de la mano de McLaren en un cargo similar y en 2021 se convirtió en asesor de Woking.

 

“Gil no sólo era un querido amigo sino un corredor intrépido cuya pasión y determinación en la pista nos inspiraron a todos. He corrido con Gil por todo el mundo y lo vi ganar algunas de las carreras más importantes. Su tiempo con nosotros aquí en McLaren Racing ha sido fundamental en nuestro desarrollo futuro, particularmente el año pasado y en el cambio del desempeño y los resultados de nuestro equipo de F1. Su legado seguirá dando forma al futuro de nuestro equipo”, expresó Zak Brown (CEO de McLaren).

 

Desde 2018 integraba el staff de McLaren. (Archivo / Getty Images)
Desde 2018 integraba el staff de McLaren. (Archivo / Getty Images)

 

Andrea Stella, director de equipo de McLaren, se mostró profundamente dolido. Señaló que De Ferrán “poseía la mente más brillante y era un pensador estratégico con un conocimiento único, impulsado por la curiosidad y el rigor”. Y remarcó que “su impacto enormemente positivo fue sentido por todos los que trabajaron junto a él”.

 

La inesperada muerte de Gil de Ferrán no es solo la pérdida de un protagonista del deporte motor de los años 90. Los aficionados, aquellos que rondan entre los 30 y 40 años, sienten que una parte de su niñez o adolescencia se va con él. El autor de esta nota se encuentra entre ellos.