Realizó un test experimental en Fiorano con el monoplaza de 2022 y el actual. Es el segundo intento de FIA tras los resultados negativos de la prueba que se realizó el año pasado en Silverstone.
La escudería Ferrari probó en Fiorano los dispositivos anti-spray que la FIA está desarrollando desde el año pasado para reducir la estela de agua sobre piso mojado y mejorar la visión de los pilotos.
Aprovechando el día de rodaje, donde un equipo dispone de 200 kilómetros libres autorizados por FIA para probar o hacer filmaciones publicitarias, se realizó la sesión experimental. El dispositivo está conformado por cuatro guardabarros y se testearon dos prototipos: uno totalmente cubierto y otro semidescubierto.
Los pilotos de reserva de Maranello, Oliver Bearman y Robert Shwartzman (erróneamente algunos medios mencionaban a Arthur Leclerc), salieron a pista con el F1-75 de 2022 y el actual SF-24. El británico, que debutó este año en la categoría al suplantar en Jeddah a Carlos Sainz por la operación de apendicitis, salió primero y detrás el ruso-israelí (como coche de control para recabar datos).
La primera prueba con dispositivos anti-spray se desarrollaron el año pasado en Silverstone con Mercedes y McLaren. Los resultados no fueron los esperados por el órgano rector y tuvo que modificar el concepto.
Nikolas Tombazis, director de monoplazas de FIA, señaló en aquella ocasión que no es sencillo desarrollarlo. “No queríamos perder mucho rendimiento de los coches ni estropear demasiado la aerodinámica, aunque algo de eso es inevitable”. Además, explicó que este tipo de guardabarros “tendría una carga dinámica bastante alta. Y por lo tanto, su soporte en los montantes tendría que ser bastante robusto para no salir volando a 300 km. /h”.