Rodó en la PL1 de Imola con el Haas de Magnussen. Fue el primer entrenamiento como tester después del debut en Jeddah con Ferrari. “Me sentí muy cómodo en el coche”, dijo.
Oliver Bearman volvió a subirse a un coche de Fórmula Uno después de su debut en Arabia Saudita. El joven británico rodó con el Haas de Kevin Magnussen en la PL1 de Imola. Con 31 vueltas marcó 1:18.667s que lo ubicó en la decimoquinta posición.
El actual piloto del equipo PREMA Racing es reserva tanto en Ferrari como en la escudería norteamericana. Previamente, había participado en los entrenamientos de la F2 por lo que ya tenía rodaje en el circuito italiano y no precisó adaptación.
“Estoy muy contento con mi actuación en la FP1. La sesión fue un poco más corta debido a la bandera roja, pero estoy bastante contento con cómo obtuve velocidad con el coche”, declaró en el corral de prensa.
“Conducir la FP1 en F2 también me ayudó mucho a dar ese paso bastante rápido. Creo que todo el trabajo que estamos haciendo entre bastidores está dando sus frutos porque desde las primeras vueltas me sentí muy cómodo en el coche y en casa”, agregó.
Señaló que le fue bien en las tandas largas y subrayó que “el coche parece que tuvo un buen paso en comparación con el año pasado”. Reconoció la tarea que están desempeñando Magnussen y Hülkemberg: “Están teniendo una gran temporada hasta ahora y no puedo esperar para volver a participar”.
Por su parte, Ayao Komatsu, director del equipo, explicó el trabajo que hicieron con Berman: “Hicimos que Ollie condujera la FP1 en lugar de Kevin y, como lo ha hecho antes, hizo un muy buen trabajo. La primera tanda la utilizamos para familiarizarlo con el auto, y tuvo una tanda decente con el neumático blando, mucho combustible y también le fue bien en el manejo de los neumáticos, así que ese fue otro trabajo realmente bueno”.