El holandés largará sexto y no espera milagros en Mónaco. El Red Bull no puede este fin de semana con Ferrari y McLaren.
“No va a ser divertido”. Max Verstappen se resigna. Salvo que ocurra un milagro, algo que ni siquiera él cree, este domingo podría estar fuera del podio por segunda vez en el año. La sexta posición en la Qualy de Mónaco es un nuevo capítulo de la inestabilidad del RB20 que se observa desde el Gran Premio de Miami.
El Red Bull se mostró fuerte en los sectores rápidos. Sin embargo, en el Principado, predominan las curvas lentas donde la Ferrari se volvió imbatible. Este escenario obligó a Verstappen a jugarse por trazadas muy ajustadas. Una apuesta a todo o nada que, finalmente, perdió.
“Es como conducir sobre el filo de la navaja. Para ser honesto, no puedo conducir sobre las aceras. Es por eso que estamos perdiendo tanto tiempo en el Sector 2… Tengo que conducir alrededor de todo mientras todos los demás simplemente lo pasan por encima”, dijo el holandés en el corral de prensa.
Había sorprendido en la Q1 y Q2, y se aguardaba un sorpasso en la lucha por la pole. Pero la vara alta que colocó Charles Leclerc era demasiado para el RB20. Por toda la voluntad y entrega que imprimía el líder del campeonato, más no podía hacer con el coche. Ya lo anticipaba el jueves: “Probablemente no será nuestra mejor pista”. No se equivocó.
“Está costando mucho tiempo de vuelta, el coche es como un kart sobre los bordillos y los baches, por lo que es increíblemente difícil. Si giras un centímetro demasiado tarde, podrías rebotar medio metro más hacia la izquierda o hacia la derecha, y eso lo hace muy impredecible”, expicó al ser consultado después de la clasificación.
Verstappen buscó una vuelta a fondo en el último stint. Arriesgando como el año pasado cuando la pole provisoria la tenía Fernando Alonso. Pero en la salida de Sainte-Dévote golpeó la rueda trasera izquierda contra el guardrail. El toque esfumó sus esperanzas.
Fue el cierre de un sábado de incertidumbre sobre el rendimiento del Red Bull. El propio piloto reconoció que no tienen el monoplaza más veloz. “Todos los coches que van delante de nosotros son más rápidos. Simplemente intentaremos seguirlo. Es Mónaco, pueden pasar cosas, pero tampoco espero milagros”, se lamentó.