El siete veces campeon se mostró conforme con el rendimiento de coche. Sin emabrgo, se mostró molesto por las altas temperaturas que tuvieron, tanto él como Russell, en el habitáculo.
El británico Lewis Hamilton aseguró que fue “un buen día” luego de finalizar primero en el último entrenamiento que se desarrolló este viernes en Monza.
“En general, me sentí bastante bien, obviamente es el nuevo asfalto y los bordillos los que fueron un desafío, pero el coche se sintió bien desde el principio”, señaló en el corral de prensa.
El piloto de Mercedes comentó que aun queda trabajo por hacer con miras a la carrera del domingo y que “en última instancia podremos llegar hasta el final; ese es el desafío en este momento”.
Sin embargo, no todo fue color de rosa para el siete veces campeón. Durante la PL2, tanto él como su compañero George Russell, se quejaron sobre las altas temperaturas en el habitáculo.
“Hacía un calor ridículo en nuestro coche y no estoy muy seguro exactamente. Creo que cerca de los radiadores hay una fuga de aire caliente así que, sí, hacía mucho calor, era como estar sentado en la sauna sin pantalones cortos”, puntualizó Hamilton.
Fuera de ese problema, en líneas generales, se quedó más que conforme con el rendimiento del W15. “Hicimos algunos cambios sólidos antes de los FP2 y el coche dio un paso adelante en esa última hora”, concluyó.