Muchas veces nos preguntamos por qué cierto circuito nos agrada más que otros, quizás, la respuesta choque con una afirmación que no hará otra cosa que continuar inclinándonos por ciertos gustos particulares.
Muchas veces nos preguntamos por qué cierto circuito nos agrada más que otros, quizás, la respuesta choque con una afirmación que no hará otra cosa que continuar inclinándonos por ciertos gustos particulares.
El 15 de junio de 1993, en Londres, a causa de un paro cardíaco, se apagó la vida de este excéntrico campeón mundial de Fórmula 1, un piloto que vivió su vida a 300k/h.
Última entrega de la emocionante temporada 1981, donde Reutemann, batalló solo, lamiendo sus heridas y demostrando verdaderamente por qué es un “campeón sin corona”.
La historia de la máxima categoría del mundo, tiene y tuvo protagonistas que siendo de los mejores talentos al volante, no siempre cosecharon los pergaminos que su entrega y sacrificio merecían.
Nacido en Lugano, Suiza, el 5 de septiembre de 1939, Gianclaudio Regazonni (Clay) fue considerado italiano por los italianos, necesitados de un ídolo y de un campeón que heredara a Alberto Ascari.