El comienzo de la temporada en Australia trajo la vuelta de Valtteri Bottas al lugar más alto del podio luego de un 2018 sin victorias, llevándose además el punto extra por vuelta rápida. Australia también trajo la vuelta al podio de un motor Honda por primera vez en la era híbrida. Lewis Hamilton, quien largó desde la pole llegó en el 2ndo lugar, pero a más de 20 segundos de Bottas y siendo atacado por Verstappen.

Cuando a fines del 2014 se anunciaba que para el próximo año el impulsor de McLaren sería Honda, más de uno sintió la reminiscencia de la gloria pasada, aquella conjunción McLaren-Honda, que cosechó triunfos por todos los circuitos del mundo, por fin los años oscuros de la escuadra con sede en Woking, llegarían a su fin, sobre todo, si al volante estaría sentado Fernando Alonso, ni más ni menos.

Masashi Yamamoto, Director General de la división  fue parte de la rueda de prensa de los jefes de equipo en Suzuka. Aseguró que los problemas que tuvieron en la unidad de potencia en Sochi ya fueron resueltos. Honda, además, ya habría sobrepasado a Renault en cuanto a potencia.

Honda se prepara para no hacer las cosas mal la próxima temporada. Que se ha convertido en el primer año desde que volvió a la F1, que la automotriz japonesa va a suministrar motores para dos equipos: además de Toro Rosso, la actual pareja, la marca de Sakura empujará a Red Bull

El nuevo reglamento de motores de la F1 tiene como objetivo traer nuevos proveedores, pero no es fácil. El presidente de la FIA, Jean Todt, ya habla de sólo mantener los cuatro actuales – Mercedes, Ferrari, Renault y Honda -, un número considerado bueno.

Esteban Ocon y George Russell tienen talento para merecer la F1, pero encaran a 2019 con preocupación – Mercedes no sabe dónde colocarlos. La situación sería otra si la categoría tuviera uno o dos equipos más, aunque en el nivel de Caterham y Manor.