A 46 años de su accidente recordamos al hombre que no necesitó morir para ser leyenda.
A 46 años de su accidente recordamos al hombre que no necesitó morir para ser leyenda.
De un tiempo a esta parte la Fórmula Uno, se podría decir que es un dominio sin igual desde la creación de lo que se conoce como la era híbrida por parte de Mercedes Benz con su piloto estrella Lewis Hamilton, el cual hace 7 años consecutivos que se lleva los campeonatos.
Murray Walker (1923-2021) no fue solamente el relator de la Fórmula Uno para la televisión británica. Se convirtió en un modelo a seguir por periodistas de todo el mundo y una leyenda que logró escribir su nombre en la historia de la Máxima Categoría.
Esa tarde, al bajar del podio del GP de Silverstone de 1977, se sintió cansado, James Hunt y Niki Lauda, los rivales a quienes trató de alcanzar durante 68 giros lo miraban intuyendo que algo no estaba bien en el eficaz piloto Sueco y mientras le palmeaban la espalda como hacen los amigos cuando consuelan a los suyos le preguntaban si se encontraba bien o si necesitaba algo.
Muchas veces nos preguntamos por qué cierto circuito nos agrada más que otros, quizás, la respuesta choque con una afirmación que no hará otra cosa que continuar inclinándonos por ciertos gustos particulares.
El GP de Hungría es un clásico dentro de la máxima categoría del mundo, si bien, el circuito carece de la historia de Silverstone, Mónaco o Monza, no perderse una cita desde 1986 da muestras de ser un encuentro imperdible dentro del circo de la Fórmula 1.
El próximo domingo, la F1 visitará una de sus clásicas catedrales, el circuito Ingles de Silverstone, quizás, el pilar donde reposa la categoría en estos momentos.
El 15 de junio de 1993, en Londres, a causa de un paro cardíaco, se apagó la vida de este excéntrico campeón mundial de Fórmula 1, un piloto que vivió su vida a 300k/h.