El piloto de Williams analizó su rendimiento en la pasada temporada y se ilusiona con poder encontrarle la vuelta al coche.
Luego de un 2021 donde estuvo en el ‘freezer’, el tailandés Alex Albon ha concretado un muy buen regreso a la F1, despejando todas las dudas que aparecen cuando un piloto se toma un año sabático, logrando vencer claramente el duelo interno sobre su compañero de equipo Nicholas Latifi gracias a destacadas actuaciones al mando de su Williams #23, un auto bastante problemático que se ha caracterizado por sufrir en demasía en circuitos trabados con curvas de media y baja velocidad.
En efecto, Alex cree que ha llegado el momento de subir la vara y exigirle al equipo el diseño y desarrollo de un monoplaza que le permita pelear por los puestos de vanguardia, una costumbre que la escudería con sede en Grove ha perdido hace mucho tiempo luego de dominar durante largos años el Campeonato de Pilotos y la Copa de Constructores. Consultado acerca de cómo evalúa su rendimiento personal tras su regreso a la ‘categoría estrella’, el tailandés expresó:
“No he sido rápido en todos los circuitos. Nuestro coche es bastante único, parece adaptarse a un cierto tipo de pista, y cuando eso sucede hemos podido aprovecharlo al máximo. Creo que este año también hemos estado muy bien en las clasificaciones del sábado, lo que ha creado oportunidades en las que de otro modo no hubiéramos estado cerca, hemos estado allí para luchar por ello. Obviamente, también ha sido decepcionante en algunos aspectos, porque en lo que respecta al rendimiento queremos pelear con más regularidad”.
De acuerdo a sus dichos, está muy claro que Albon quiere ir por más sin conformarse solamente con haber regresado a la élite de los 20 pilotos que integran la parrilla de la F1. Por otra parte, y más allá de admitir que el equipo ha logrado mejorar respecto de 2021, el ex corredor de Toro Rosso y Red Bull que en marzo próximo cumplirá 27 años, fija su atención en el trabajo invernal como la única alternativa posible para que Williams recupere la gloria perdida:
“Conocemos las áreas en las que necesitamos trabajar, sin embargo, hacerlo es otra cosa. La irregularidad ha sido una característica en el coche desde 2016 donde ya había señales de este tipo de desequilibrios, por lo que para nosotros obviamente hay un gran enfoque en poner manos a la obra cuanto antes para mejorar esa situación”, cerró.