Si bien las sensaciones del final dejan un sabor amargo, los de Faenza dan positivas señales que pueden pelear en el mediocampo.
El Gran Premio de Arabia Saudita de F1, disputado en el circuito callejero de Jeddah, ha dejado en la escudería italiana AlphaTauri ambiguas percepciones luego de perder en las vueltas finales el décimo puesto que ostentaba Yuki Tsunoda a manos del piloto de Haas Kevin Magnussen, cediendo así el valioso último punto que la clasificación otorga, generando una mueca de desilusión en todo el equipo, tras una encarnizada defensa ensayada por el japonés que, finalmente, no fue suficiente frente a los insistentes intentos del experimentado piloto danés.
En efecto, los comandados por Franz Tost han sabido capitalizar el auto de seguridad ingresado a pista luego del abandono del canadiense Lance Stroll, estirando previamente el primer stint de ambos pilotos y realizando una doble parada sin fisuras, hechos que otorgaron a sus coches tener algunas chances sobre la segunda parte de la competencia.
Yuki Tsunoda largó la competencia desde el decimosexto cajón de salida con un juego de neumáticos medios nuevos, justo detrás del campeón neerlandés Max Verstappen, logrando adelantar en los primeros metros a dos coches. La correcta gestión de las gomas permitió a Yuki subir en el clasificador a medida que sus rivales paraban por caucho fresco, algo que pudo capitalizar deteniéndose en pits en el mismo momento que se desplegaba el SC, ingresando a pista en el octavo lugar.
Tras perder dos posiciones con dos coches de superior rendimiento, se mantuvo por un largo periodo en la décima ubicación entablando una dura batalla con Kevin Magnussen quien pudo imponerse a muy poco del final. Tras la competencia nocturna llevada a cabo en el trazado árabe, un apesadumbrado Tsunoda, que realizó su mejor giro en la vuelta 50 registrando 1’33’’931, no ocultó su tristeza expresando ante los micrófonos:
“Terminé la carrera en P11, es frustrante perder la posición con solo cuatro vueltas para el final. El equipo hizo un gran trabajo, todo salió perfecto. El ritmo con el neumático medio fue muy fuerte y mejoró en comparación con la calificación. Estoy contento con lo que el equipo y yo logramos juntos, pero al mismo tiempo, estoy decepcionado de que no hayamos alcanzado los puntos al final. Volveremos más fuertes con las actualizaciones en Melbourne, por lo que ya estamos completamente concentrados en la próxima carrera, donde haremos todo lo posible para maximizar nuestro rendimiento. Continuaremos trabajando duro para poder luchar en la parte superior del mediocampo y comenzar a sumar puntos de manera constante”.
Respecto al trabajo realizado por Nick de Vries, se puede destacar que, más allá de retrasarse detrás de coches que frenaron su progreso en pista, mostró, al igual que su compañero de equipo, buen ritmo de carrera y aplomo frente a la adversidad, clasificándose en el puesto 14 y marcando un tiempo de 1’’33’’609 para su mejor vuelta (49), sumando experiencia en un circuito muy difícil para un ‘rookie’. Finalizado el Gran Premio, el neerlandés comentó con disconformismo:
“Hoy no hice un trabajo lo suficientemente bueno. Perdí la mayor parte de mi impulso en la salida y en el reinicio, así que me quedé atascado en el tráfico. Es difícil recuperar ese ritmo y recuperar las posiciones, especialmente cuando estás atrapado en un tren DRS. No ataqué lo suficiente y luché por encontrar el equilibrio entre manejar bien los neumáticos y empujar, por lo que no pude llevarlos a la temperatura adecuada. Al final, cuando estaba en el aire limpio persiguiendo a Zhou, mi ritmo fue muy fuerte y consistente. En general, fue un paso adelante de Bahrein, por lo que es positivo. Definitivamente tenemos que seguir adelante y seguir empujando”.