Esta semana Bruno Famin desmintió la venta del equipo. Los malos resultados y la sangría del último año y medio hundieron a Enstone en un caos interno. La cuarta era de Renault en su punto más crítico

 

Hace un año y medio que Alpine no conoce la paz. Todas las semanas afronta un torbellino de rumores que obliga a Enstone a desmentir o poner paños fríos. Esta vez fueron las versiones que surgieron la semana pasada donde señalaban que el Grupo Renault vendería el equipo.

 

Casualmente los rumores saltaron el mismo día que Michael Andretti inauguraba su fábrica y base de operaciones en Silverstone. Pese al rechazo de su solicitud de ingreso a la Fórmula Uno, el norteamericano sigue firme en su objetivo de entrar en 2026.

 

Muchos asociaron este paso de Andretti con el futuro de Alpine. En el pasado tuvo un acuerdo con Laurent Rossi, el primero que apoyó su proyecto de F1, para la provisión de motores hasta que General Motors (usando la marca Cadillac) tuviera su Unidad de Potencia. Sin embargo, el acuerdo cayó el año pasado, meses después del relevo de Rossi, y la nueva dirección de Alpine no está interesado en reflotarlo.

 

 

Pero los rumores estaban lejos de vincular a Enstone con Andretti Global. Apuntaban a un supuesto hartazgo del Grupo Renault por los malos resultados que arrastra el equipo desde 2022. En los últimos nueve meses la crisis interna se llevó puesto al CEO Rossi, al jefe del equipo Otmar Szafnauer, al director técnico Pat Fry, al director deportivo Alan Permane, y las renuncias del director técnico Matt Harman (que reemplazó a Fry) y el jefe de aerodinámica Dirk de Beer. No fueron los únicos, pero son los nombres más importantes entre ingenieros y ejecutivos.

 

El tsunami tiene su origen en los portazos de Fernando Alonso y Oscar Piastri en 2022. Fueron la chispa que encendió la mecha. Ambos se marcharon desilusionados por la falta de fiabilidad del coche. Alonso se mudó a Aston Martin donde protagonizó una revolución con el AMR23 y actualmente hace magia con el débil AMR24. Mientras que Piastri, formado en la Alpine Academy y promovido para ocupar la butaca del español, aprovechó un grave descuido administrativo y cerró su debut con McLaren.

 

La sucesión de caídas y portazos llevaron a la escudería francesa a una temporada 2024 plagado de rumores. Semana tras semana, Bruno Famin, que sustituyó a Szafnauer en la dirección del equipo, debe convertirse en un arquero que ataja todos los remates que apuntan al arco.

 

Ahora tuvo que contener las versiones de una posible venta. En una entrevista con el portal F1.com desmintió los trascendidos: “Tenemos todo el apoyo de la alta dirección. El equipo no está en absoluto a la venta. Seguiremos presionando para alcanzar nuestros objetivos”.

 

 

Sostuvo que el equipo tiene el apoyo de la compañía Alpine y hay proyectos para desarrollar el conocimiento de la marca a nivel mundial “a través del automovilismo y la Fórmula Uno en particular”.

 

Aseguró que en la junta directiva “entienden que no es un desafío fácil”.  Y agrega: “Es un desafío muy difícil. Debemos mucho respeto a nuestros competidores. Para luchar por delante tenemos que subir el listón, elevar nuestro nivel, tenemos que mejorar”.

 

Por desgracia, Alpine se está acostumbrando a convivir en este clima. Y no es la mejor ayuda para sobrevivir en la Fórmula Uno. Sin resultados y con la impaciencia del Grupo Renault, la cuarta era del rombo podría estallar por los aires.