La marca alemana, que debutará recién en 2026 con la estructura de Sauber, ambiciona con ganar carreras en el corto plazo. “Queremos competir por victorias en el tercer año”, aseguró el CEO de Audi Formula Racing.
El nombre de Adam Baker comenzará a escucharse muy seguido en los corrillos de la Fórmula Uno. Australiano de nacimiento y alemán por adopción, este ingeniero de 47 años, graduado en la Universidad Tecnológica de Swinburne en Melbourne, es el director ejecutivo de una escudería que recién verá la luz en tres años: Audi Formula Racing.
Audi ingresará oficialmente en 2026. Alcanzó un acuerdo con Sauber para que este se convierta en el equipo oficial de la marca alemana. Su entrada definitiva a la estructura de Hinwil se completará a fines de 2023 cuando finalice el vínculo con Alfa Romeo. Mientras tanto, comenzó a mover piezas dentro de la organización suiza para ganar tiempo y preparar el terreno para el desembarco.
“Somos conscientes del desafío que tenemos por delante”, expresó Baker en una entrevista concedida al diario español As. “Es atractivo para Audi entrar en 2026 porque lo decidimos con tiempo. Tenemos 42 meses hasta la primera carrera”, puntualizó.
Sostuvo que la automotriz alemana tomó “una de las decisiones con mayor antelación de cualquier fabricante” que se recuerde en los últimos 30 años. “Además, en 2026 empieza un ciclo reglamentario, cuando habitualmente otros han entrado a mitad de un ciclo. Cambiarán las unidades de potencia, pero también el chasis. De alguna forma, se puede resetear la ventaja de los competidores con experiencia en el pasado, y facilita que los nuevos constructores puedan ser competitivos”, destaca el ingeniero.
La mano de Audi comenzó a verse en Hinwil. Frédéric Vasseur, sin lugar en la nueva etapa, dejó sus cargos dentro de Sauber y aceptó la oferta de Ferrari para reemplazar a Mattia Binotto. Los alemanes colocaron en su reemplazo a Andreas Seidl, quién fuera hasta hace pocas semanas director de equipo de McLaren.
La reestructuración interna tiene un solo objetivo: en 2026 debe comenzar un ambicioso plan a corto plazo. Baker lo señala abiertamente: “Queremos ser competitivos en tres años. Es un objetivo realista. Queremos competir por victorias en el tercer año”.
“Ahora empieza el trabajo de largo recorrido, el desarrollo de la unidad de potencia dentro de las nuevas reglas. La FIA seguirá trabajando con los equipos por las reglas del chasis de 2026, que pueden ser diferentes de manera significativa, y esas espero que se publiquen en su primera versión a finales de 2023, quizás se finalicen en 2024. Entonces empezaremos el trabajo de chasis, alinearemos las dos cosas y comenzarán los test en 2025 y competición en 2026”, agrega el ingeniero.
Consultado sobre los motivos que llevaron a Audi sumarse a la Máxima Categoría, explicó que hubo “varios factores que se han alineado para convertirla en extremadamente atractiva para los fabricantes”. Las nuevas reglas direccionadas a la parte eléctrica y los combustibles sostenibles movieron la balanza a favor del ingreso. FIA y Liberty Media tuvieron que ceder bastante en las negociaciones para lograr que el Grupo Volkswagen, propietaria de la marca de los cuatro anillos, se interesara por la Fórmula Uno.
Además, Baker, destacó que la categoría aumentó su popularidad y es “la mejor herramienta de medios y márketing que hay en el mundo del motor, y una de las mejores de cualquier sector”. “Al mismo tiempo, la F1 ha logrado una reducción de costes y eso lo hace aún más atractivo. Los motores de 2026 tendrán un techo de gasto y eso, además de limitar los costes, aporta certezas sobre los presupuestos a largo plazo. Si quieres una plataforma fantástica para demostrar tu competencia y tus conocimientos 24 veces al año, es el mejor lugar”, explicó.