El ex piloto escocés expresó su deseo que la F1 corra en New York. Recordó el proyecto que no pudo concretar Ecclestone en 2013. Hace un año el alcalde postuló a la ciudad para albergar una fecha.
“Tratamos de hacer una carrera en Nueva York hace varios años en Weehawken”. David Coulthard, embajador de Red Bull en las exhibiciones y entrevistador ocasional en parque cerrado para F1TV, recuerda el proyecto trunco de Bernie Ecclestone de llevar la Fórmula Uno a un trazado semi urbano que se levantaría cerca de la Gran Manzana. Más precisamente en un área de New Jersey, a la vera del río Hudson.
No fue nostalgia del ganador de trece Grandes Premios. Sin que nadie se lo preguntara, sacó el tema en una entrevista para Autosport. Entre otras cosas, señaló que no estaría mal otra carrera en los Estados Unidos -junto a Austin, Las Vegas y Miami-.
“Creo que podemos ir a cuatro carreras aquí en el futuro, si considerás la masa de tierra”, agregó comparando el terreno dónde alguna vez se ideó emplazar el circuito del fallido “Gran Premio de las Américas”. Coulthard parece compartir la misma visión de Liberty Media: “Ese es el sueño utópico: romper Estados Unidos”.
El proyecto de llevar la F1 a New York -o lo más cerca posible- fue trabajado por Ecclestone y promotores locales con el visto bueno de la FIA. Tras varios años buscando un lugar para levantar el circuito, se optó por una zona parquizada similar al Albert Park de Melbourne. El trazado abarcaba el pueblo de West New York y el municipio de Weehawken, lindantes al río Hudson, en el estado de New Jersey. Sin embargo, los promotores no pudieron conseguir los inversores para solventar el evento y Ecclestone tuvo que archivar el proyecto.
El Port Imperial Street Circuit, nombre que llevaría el trazado por su cercanía al puerto de trasbordadores Port Imperial, tendría una extensión 5,1 km. En 2012, cuando todo indicaba que se concretaría la carrera al año siguiente, Couthard giró en algunos tramos para una exhibición de Red Bull con un RB07.
“Conduje parte de la sección de la pista en el auto de F1 y fue increíble”, recordó. Llegó a comparar un sector del trazado con la curva más icónica y apreciada por los aficionados y pilotos: “¡Frente a Manhattan, había una sección que hacía que Eau Rouge de Spa fuera cosa de niños! Si alguna vez pudieran reavivar ese plan allí mismo, creo que ese sería el lugar perfecto”.
El escocés descartó que varias carreras en los Estados Unidos termine saturando en los aficionados. Sostuvo que cada ciudad es muy diferente y los Grandes Premios tienen sus particularidades. “Todos tendrán su propio sabor”, agrega.
“Austin es a lo que estamos acostumbrados: una pista adecuada, así que nos presentamos y comenzamos a correr. Miami es un poco una pista híbrida y Las Vegas es un patio de recreo para adultos. Al estar en una ciudad, en una zona del lugar, sin duda, el evento tomará el relevo. Y al ser una carrera de sábado por la noche, habrá un gran revuelo”, explicó tomando como referencia a la carrera que se estrenará en el Strip a mediados de noviembre.
Desde su llegada a la gerencia, Liberty Media se puso como objetivo concretar lo que no pudo Ecclestone en sus 36 años liderando la FOM: imponer la F1 en el mercado norteamericano. La serie “Drive to Survive” fue el anzuelo que hizo levantar la popularidad de la carrera de Austin entre el público estadounidense. Además, abrió las puertas de Las Vegas y Miami.
En los corrillos de la Máxima Categoría hay rumores que en un futuro, no tan lejano, una cuarta fecha en los Estadios Unidos podría asomarse en el horizonte. ¿New York? Todo es posible. Hace un año, el alcalde Eric Adams expresó su deseo que corra la Fórmula Uno.