El piloto argentino estuvo 27 horas cautivo por un comando revolucionario y no pudo participar del Gran Premio en La Habana. “Me parecieron macanudos”, contó el Chueco.
Hoy se cumplen 62 años de uno de los momentos más recordados en la historia del cinco veces campeón de Fórmula 1 Juan Manuel Fangio. El 23 de febrero de 1958, el piloto argentino ya fue secuestrado por un comando revolucionario cubano que estaba en contra de que se llevara a cabo el Gran Premio en ese país y luchaba por derrocar a Fulgencio Batista.
“Disculpe, Juan, me va a tener que acompañar…“, con esas palabras interceptaron a Fangio en el hotel Lincoln de La Habana, donde el Chueco estaba reunido con Stirling Mos y unos mecánicos.
El argentino se subió entonces a un Playmouth verde que lo esperaba en la puerta y no se supo nada más sobre él durante 27 horas.
Luego, se conoció que al quíntuple campeón lo mantuvo cautivo el Movimiento 26 de Julio, una organización política y militar cubana creada en 1955 por un grupo de revolucionarios dirigidos por Fidel Castro y cuya meta era llevar a cabo una revolución al gobierno autoritario de Fulgencio Batista.
Este hecho sucedió en la previa del Gran Premio de Cuba. Durante la carrera, mientras el piloto argentino estaba privado de su libertad, se produjo un accidente en la sexta vuelta, cuando la Ferrari número 54 del piloto cubano Alberto García Fuentes hizo un extraño giro, salió de la pista y cayó sobre la multitud. Murieron seis personas y 40 resultaron heridas.
Fangio no vivió malos momentos a pesar de estar secuestrado. Es más, luego de ser liberado comentó:
“Señores, tal vez me hicieron un favor. No puedo menos que agradecerles”. Esto lo dijo porque su Maserati tuvo un problema con la trocha y el auto quedó destruido.
“Me trataron muy bien. Nunca me vendaron los ojos. Cien veces me pidieron disculpas. Me parecieron macanudos. Les dije a los rebeldes que si me habían secuestrado por una buena causa, yo estaba de acuerdo”, agregó Fangio ante la consulta de los periodistas.
No fue el último contacto con los guerrilleros. Cuando el Chueco cumplió 80 años, el Movimiento 26 de julio le envió su saludo, bajo la firma “sus amigos los secuestradores”.
Además, en la puerta del Hotel Lincoln hay una placa de bronce que recuerda lo ocurrido: “En la noche del 23-2-58, en este mismo lugar, fue secuestrado por un comando del Movimiento 26 de Julio, dirigido por Oscar Lucero, el cinco veces campeón de automovilismo Juan Manuel Fangio. Ello significó un duro golpe propagandístico contra la tiranía batistiana y un importante estímulo para las fuerzas revolucionarias”.