El día que Magnussen conquistó nuestros corazones

El día que Magnussen conquistó nuestros corazones

Tras escapar de la grava en Acqua Minerali por un despiste, el danés logró el cuarto lugar en la Qualy. Es la mejor clasificación de la historia de Haas.

 

Cuando se retiró Kimi Räikkönen se produjo una vacante que nadie creía que se ocupara en el corto plazo: el del piloto amado por toda la afición sin distinción de marcas. El viernes 22 de abril de 2022, en el Autodromo Internazionale Enzo e Dino Ferrari de Imola, Kevin Magnussen ocupó ese espacio. En una emocionante Q3 logró el cuarto lugar con Haas; y con ello, se ganó el corazón de los fieles seguidores de la Fórmula Uno.

 

Si algo le faltaba a la inesperada temporada del danés, que hasta fines de febrero se encontraba lejos del automovilismo en la paz de su hogar, era realizar una hazaña con todos los ingredientes: piso húmedo, despiste, salida de la grava, trabajos en boxes contra reloj y una clasificación que dejó atónitos a propios y extraños.

 

“Salí, perdí el auto y atravesé todo el camino por la grava. Me las arreglé para mantenerlo en marcha y hacer un pequeño giro de cuatro puntos y volver a la pista. El auto fue simplemente fenomenal, y no puedo creer que estemos en cuarto lugar”, describió.

 

Kevin se despita en Acque Minerali, comienza a escribir una historia épica. (Foto de un aficionado difundida por Haas F1 Team)
Kevin se despista en Acque Minerali, comienza a escribir una historia épica. (Foto de un aficionado difundida por Haas F1 Team)

 

Magnussen se fue de cola en la entrada de Acque Minerali. Logró corregir la trayectoria pero no pudo evitar el ingreso a la grava. Con frialdad y excelentes reflejos maniobró el Haas evitando que se plantara el motor; la experiencia hizo el resto. Con habilidad comenzó a transitar por el borde asfaltado -pegado a las defensas- y pudo desplazarse por la leca sin quedar encallado. De regreso en la pista pista se dirigió a boxes.

 

El equipo revisó el auto contra reloj y, con las banderas rojas a su favor, pudieron devolverlo sobre el final de la Q3. Como si fuera una historia épica, Magnussen, aprovechó su único intento y marcó el cuarto mejor tiempo. Nunca un Haas logró esa posición en Qualy. Una nueva hazaña para la escudería norteamericana en una temporada sorprendente.

 

“¡Qué resultado! Es genial, se siente increíble, realmente no puedo creerlo. Estar tan cerca de los tres primeros. Cuarto es la mejor calificación para Haas, así que estoy muy orgulloso de eso y del equipo”, dijo emocionado.

 

Los abrazos en el equipo no se hicieron esperar. Los aficionados no dejaron de elogiarlo en las redes sociales. Aún resulta increíble asociar la escapatoria de la grava con la cuarta posición.

 

Magnussen felicitado por su equipo. (Haas F1 Team)
Magnussen felicitado por su equipo. (Haas F1 Team)

 

“El auto fue simplemente fenomenal -comenta- y no puedo creer que estemos en P4. Parece que mañana estará seco, así que haremos lo mejor que podamos, no sé qué esperar. Iremos, nos divertiremos y daremos todo lo que tenemos como lo hicimos hoy”.

 

Pase lo que pase en la Sprint y en la carrera del domingo, Magnussen, conquistó algo que no se logra solo con victorias y títulos: el cariño del público. Ese magnetismo que une al espectador con el piloto surge con tres factores: hacer realidad lo imposible, pilotar un coche más allá de la lógica y salir de lo políticamente correcto. Tres ingredientes necesarios para ingresar en el corazón de los aficionados. Kevin lo logró un viernes lluvioso en Imola.