El GP de Emilia-Romagna marca el regreso de Imola a la Fórmula 1 después de 14 años. Pero el público no podrá verlo de cerca debido a la segunda ola de Covid-19 y un decreto del primer ministro italiano.
El GP de Emilia-Romagna en Imola se disputará con las puertas cerradas. Aunque la organización tenía previsto vender hasta 13.000 entradas para la etapa de Fórmula 1 , la segunda oleada de Covid-19 en Europa interrumpió los planes.
Después de días de negociaciones, las autoridades locales decidieron seguir el decreto del primer ministro Giuseppe Conte del 24 de octubre. La decisión impone medidas más restrictivas para intentar contener el avance de la pandemia de coronavirus en Italia, luego de que el país registrara casos récord diarios en las últimas semanas.
“se suspendieron los eventos deportivos y competiciones de todos los órdenes y disciplinas, que se realizaran en cualquier lugar, tanto público como privado”.
En un comunicado difundido, la organización de la etapa de Fórmula 1 afirma que “el evento proporcionaría un estricto control sanitario para controlar a los espectadores, además de las rutas de entrada y salida y las medidas de distancia social previamente establecidas por el gobierno italiano para contener el Covid-19“.
El municipio de Ímola también manifestó en el comunicado que “intentó sugerir nuevas medidas sanitarias”, incluida la reducción a la mitad de la capacidad pública inicial en el Autodromo Enzo y Dino Ferrari , pero no hubo liberación de las autoridades locales. Por tanto, el GP de Emilia-Romaña no tendrá público en las gradas ni en el paddock.
Ahora, la organización del evento dice que está estudiando la mejor forma de compensar a los espectadores que ya habían comprado entradas para la carrera. Este fin de semana, de apenas dos días, la Fórmula 1 vuelve a Imola tras 14 años de ausencia. El público, sin embargo, tardará más en ver los coches de cerca en el circuito tradicional italiano.