Andrew Westacott es CEO de la corporación que organiza el Gran Premio de Australia. Luego de asegurar la renovación hasta 2037, anunció su retiro de la compañía tras 17 años de actividad.
No hace falta aclarar que los pilotos, constructores y jefes de equipo son las figuras de la Fórmula Uno. Ellos acaparan los grandes titulares de la prensa y los posteos en las redes sociales. Sin embargo, en las oficinas de los paddock, hay personajes de bajo perfil que son piezas claves para la supervivencia del Gran Circo o una plaza dentro del calendario.
Andrew Westacott es uno de los ilustres desconocidos. Por primera vez, muchos aficionados leerán este nombre. En cambio, para los australianos, es sinónimo de los deportes de motor. En los últimos once años tuvo la responsabilidad de custodiar uno de los mayores orgullos para los oceánicos: el Gran Premio.
Hace pocos días, tras la confirmación de Australia en el calendario hasta 2037, sorprendió a sus compatriotas con el anuncio que no renovará su puesto como director ejecutivo en Australian Grand Prix Corporation -la compañía promotora de las fechas de F1 y Moto GP-.
Una vez asegurada la continuidad, este hombre de personalidad modesta, hablar sencillo y modales diplomáticos, aseguró que era el momento adecuado para dar un paso al costado y ceder el testigo a una nueva generación. “Ha sido una fuente de inmenso orgullo poder trabajar para Australian Grand Prix Corporation durante tantos años y trabajar tan de cerca con el maravilloso equipo del AGPC y todos los involucrados en nuestra industria de eventos importantes; incluidos los de Fórmula Uno y MotoGP”, subrayó a Channel Nine de la televisión de Melbourne.
Westacott ingresó a la empresa en 2006 y cinco años después ascendió a la dirección ejecutiva. Como CEO tuvo la misión de defender la carrera ante los permanentes rumores que Australia desaparecería del calendario.
Su mayor desafío lo vivió entre 2020 y 2022. Melbourne fue uno de los primeros eventos deportivos a nivel mundial que sucumbió ante la pandemia. El brote de Covid-19 en Haas y McLaren obligó a AGPC, de común acuerdo con Liberty Media y FIA, a suspender la carrera horas antes del inicio del primer entrenamiento y con el público aguardando en la entrada del Albert Park. A partir de ese momento, Australia fue una incógnita en el calendario. Las duras políticas sanitarias, implementadas por el estado de Victoria, impidieron la reprogramación de la carrera ese año y tampoco se pudo realizar en 2021. Si bien se prorrogó el contrato por fuerza mayor, había un aire en el ambiente que Australia vería sus últimas funciones del Gran Circo. No había garantías que la carrera continuara después de 2025.
Desde su puesto de director ejecutivo movilizó el aparato comercial de la AGPC. Con la ayuda de las autoridades del gobierno de Victoria, su principal socio, trabajaron día y noche para promocionar la carrera. La supervivencia del Gran Premio de Australia estaba en juego.
El esfuerzo dio sus frutos. Más de 420 mil espectadores, cifra record para el Albert Park, acudieron el segundo fin de semana de abril. Westacott le ganó la pulseada a Liberty y el operador australiano tuvo las cartas ganadoras para un buen contrato de renovación. Y tan excelente fueron las negociaciones que logró extenderlo por 12 años a partir de 2025 -cuando finaliza el actual vínculo-. Es una de las renovaciones más extensas que se recuerde.
“Deja AGPC posicionado para un éxito global continuo y le deseo todo lo mejor en sus proyectos futuros”, expresó Paul Little, presidente de la corporación y el tercero con el que convivió Westacott -es el CEO que más tiempo permaneció-. También el gobierno de Victoria se pronunció. En declaraciones al periódico local The Age, el ministro de Turismo, Deportes y Grandes Eventos, Steve Dimopoulos, lo felicitó por su liderazgo y destacó el impacto económico que generó para la región.
Del 30 de marzo al 02 de abril del próximo año, Andrew Westacott verá por última vez el Gran Premio de Australia como director ejecutivo de AGPC. A fines de junio se retirará después de 17 años de servicio en pos de la pasión de los australianos por la Fórmula Uno y el Moto GP. “Treinta eventos, algunas cancelaciones en el camino y multitudes récord en 2022 han brindado momentos especiales”, resumió, a modo de balance, ante las cámaras de la televisión australiana.
Para el paddock, se retira un brillante ejecutivo. Para sus compatriotas, el custodio de su Gran Premio. Su mejor guardián.