“NO ME GUSTAN LOS ALERONES, BUSCÁ UNA ALTERNATIVA QUE NO LOS NECESITE”.
Su creador fue Peter Wright, quien realizó sus estudios universitarios en el Trinity College de Cambridge graduándose como Ingeniero Mecánico en 1967. Por entonces Tony Rudd se desempeñaba como Director Técnico de la British Racing Motors (BRM) y contrató al recién graduado Peter Wright donde trabajarían juntos por dos años. Uno de los proyectos que la dupla Rudd-Wright llevaría adelante para la BRM sería el que nos ocupa: el BRM P142 “Wing Car”. Por aquellos años los autos de la BRM estaban equipados con un voluminoso motor V12 y uno de los trabajos que le cupo a Wright fue tratar de mitigar la turbulencia que afectaba la parte posterior de los vehículos y, a la vez, tratar de generar mayor apoyo aerodinámico. La solución que Wright propuso a este dilema consistía en sendos pontones laterales, fabricados en fibra de vidrio, a los cuales dotó de forma de perfil alar invertido y fueron probados en el trazado de Snetterton en 1968 adosados a los laterales de un BRM P126.
Si bien los resultados de aquellas pruebas en pista no permitieron arribar a una conclusión definitiva, tanto Wright como su jefe Rudd olfateaban que era un camino correcto a seguir. De hecho estos pontones laterales con forma de perfil fueron evolucionados un par de años después para March, trabajo en el cual también estuvo involucrado Wright. En cuanto al tema de generar carga aerodinámica Peter Wright encararía el problema en forma realmente radical llevándolo a la exageración el concepto de los alerones dado que, cuando todo el circo estaba alborotado probando rudimentarias “alitas” por aquí y por allá, Tony Rudd le dijo:
“No me gustan los alerones. Busca algo que no los necesite.”
Ante esto a Wright se le ocurrió que si todos estaban experimentando con diminutas alas para generar carga aerodinámica, entonces ¿por qué no aprovechar toda la superficie del auto en el mismo sentido?; Es decir crear un auto que tuviera la forma de un ala invertida, motivo por el cual Wright se refería al mismo como el “Auto Ala”… pero era eso: un coche con forma de ala. El concepto de “Wing Car” tal como lo conocemos aún no aparecía. Con esto en mente Wright se dispuso a construir un modelo a ¼ de escala real, para poder realizar ensayos en túnel de viento y verificar si su idea era factible o no. El modelo tenía forma de un ala invertida y en su parte central, por debajo, disponía de un carenado que se prolongaba desde el cockpit hasta la caja de velocidades, recubriendo incluso esta a fin de evitar que perturbara el flujo generando turbulencias en la parte posterior del vehículo. En su extremo delantero el modelo presentaba un alerón que surgía como parte integral desde la trompa, mientras que en la parte posterior disponía de un pequeño ‘flap’, una diferencia notable respecto a los alerones que utilizaban los demás equipos sostenidos mediante barras verticales que se prolongaban desde el tren trasero.
Tanto el alerón delantero como el flap trasero, si bien generaban carga aerodinámica, tenían por función primaria permitir ajustar la distribución de ‘downforce’ total producida por la forma del auto.
Una vez construido el modelo a ¼ de escala Tony Rudd hizo los arreglos necesarios para poder llevar adelante un programa de ensayos en el túnel de viento de Imperial College de Londres durante 1969 donde Peter Wright podría “jugar” con la forma aerodinámica del modelo.
El túnel disponía de una cinta rodante sin fin, lo que permitía simular el efecto de la rodadura del auto sobre la pista, por lo que los resultados obtenidos serían bastante realistas. Estos ensayos revelaron que los niveles de carga generados eran del mismo orden que los conseguidos por auto dotados de aquellos alerones extendidos en altura pero con una ventaja: la relación resistencia/downforce era menor en el auto de BRM. Sin embargo los resultados no eran del todo comprendidos ya que eran inconsistentes, por momentos tenían una gran carga y por momentos no… el problema era que el auto no disponía de las dichosas “polleritas” , solución que como sabemos no llegaría hasta 9 años después! de la mano de Chapman y la cual no estaba en la mente de Wright ni de Rudd. Al no descifrar la inconsistencia de los resultados Rudd se mostró más bien escéptico pero a la vez no podía creer la carga que por momentos lograba generar el modelo. Por eso la historia sigue en la segunda parte
Gracias por leerme.