Cuando todo indicaba que Ferrari tendría otro fin de semana para el olvido, Sainz y Leclerc lograron equilibrar las máquinas rojas y arribar detrás de Norris. Maranello sumó más puntos que Woking y reduce la brecha en Constructores.
Cuando Charles Leclerc ingresó a boxes en la primera vuelta, con el ala delantera derecha rota tras la colisión con Pierre Gasly (que significó el abandono del francés), comenzó la angustia para los Tifosi. Parecía que Ferrari tendría otro domingo del terror en Spielberg; como lo padeció siete días atrás en Paul Ricard.
Sin embargo, tanto Carlos Sainz como Charles Leclerc, sacarían fuerzas y estrategias para subir posiciones y arribar a la meta. Y como el camino es la recompensa, se llevaron 14 puntos. Más por el amor propio al viejo Cavallino que por un medio mecánico que no daba garantías en la primera excursión por Austria.
Y la satisfacción en Maranello no se detuvo por el 6-7 de sus pilotos. McLaren, su rival por el podio de la tabla de Constructores, se llevó solo 10 puntos (los conseguidos por Lando Norris mientras que Daniel Ricciardo no sumó). Si bien Woking retiene el tercer lugar en el campeonato, los italianos redujeron la brecha a 12 unidades.
“Estoy satisfecho con la carrera, no puedo pedir nada mejor después de la calificación de ayer”, comentaba un Sainz contento con el logro de la sexta posición. El español explicó su tarea y que le faltó para alcanzar a Norris: “El ritmo de carrera ha sido muy bueno y los neumáticos han funcionado bien. La única lástima es que encontré a Hamilton: estaba 10-15 vueltas detrás de él y no pude alcanzar a Norris”.
“Tenemos que mejorar en la calificación. Quiero empezar más tarde para presionar a McLaren. Todavía no estamos al nivel de Red Bull y Mercedes, pero hoy el ritmo estaba ahí. Si no hubiera sido por esas vueltas detrás de Hamilton, me hubiera llevado a Lando”, declaró a la cadena Sky Sport.
Por su parte, Leclerc tuvo más trabajo del que esperaba. El Toque con Pierre Gasly en la primera vuelta (que los comisarios consideraron no pasible de investigación) le destruyó el ala delantera. A partir de ese momento, el monegasco comenzaba otra carrera. Con el cambio de ala, el equipo le calzó las gomas duras (había largado con blandas) y a escalar posiciones. Para la segunda parte y con gomas medias lanzaba la faena final hasta llegar al séptimo lugar. Por esta tarea, los aficionados lo votaron como el Piloto de la Carrera.
“Una de mis mejores actuaciones. Fue un día muy positivo, el coche iba muy bien. Lástima el contacto con Gasly en la curva 1, a partir de ahí fue complicado recuperar todas esas posiciones. Sin embargo, salió mejor de lo que esperábamos”, comentaba un eufórico Leclerc.
“Si excluimos la primera vuelta, fue una buena actuación. Hicimos nuestro mejor esfuerzo y fuimos buenos adelantando a nuestros rivales rápidamente. El ritmo fue muy bueno, lo que significa que el equipo hizo un gran trabajo. Intentaremos analizar la carrera y replicar esta actuación”, sintetizaba el monegasco a Sky Sport.
Ferrari aprovechó los problemas de Ricciardo con su unidad de potencia y trabajaron arduamente para que Sainz y Leclerc (el más complicado) escalaran posiciones. Sabían que era imposible darle caza a Norris. Pero llegar lo más cerca del único McLaren en la zona de puntos era la prioridad.
El hecho que las dos máquinas rojas arribaran detrás del británico se podría interpretar como un mensaje encubierto (los italianos son maestros en ese arte): en Maranello hay dos pilotos que juegan en equipo, en Wolking no tienen esa garantía.