Los resultados fueron mínimos y nuevamente empezarán de cero con el proyecto para reducir el spray. Tombazis explicó que es difícil modificar los difusores, el causante de las enormes estelas de agua.
La Federación Internacional del Automóvil (FIA) descartó los guardabarros anti spray que probaran con Ferrari, el pasado 9 de mayo, en el circuito de Fiorano. Fue el segundo fracaso del ente rector en la búsqueda de una solución para reducir la estela de agua.
El primer intento se realizó el año pasado, en Silverstone, en un test del que participaron McLaren y Mercedes. Los resultados fueron desalentadores. Los tapacubos ideados por los técnicos del órgano rector no pasaron las pruebas y se tuvo que buscar un nuevo artilugio.
El jefe de asuntos de monoplazas de la FIA, Nikolas Tombazis, admitió a la revista Autosport que saben donde están los problemas. “Siempre supimos que había dos factores principales que contribuyen a la nube de rocío”, dijo. Y agregó: “Uno era la cantidad de agua que se recoge del suelo desde el difusor y el otro desde las ruedas”.
“Lo que pensamos que haríamos es intentar hacer una cubierta de rueda total, incluso más allá de lo que sería práctico, para ver cuál es el máximo que podemos lograr con eso, para ver si esa es la solución o no”, explicó el ingeniero.
“La prueba anterior de tapacubos [en Silverstone] fue demasiado endeble y demasiado pequeña. Y por lo tanto no creo que alguna vez vaya a funcionar”, reconoció.
Tombazis señaló que en Firorano fueron al “máximo” para ver que se podía lograr con los guardabarros y los nuevos tapacubos, pero los resultados fueron mínimos. “Si bien tienen un pequeño efecto, no tienen un efecto lo suficientemente significativo como para decir que esa es la solución. Por lo tanto volvemos al punto de partida”.
“Digamos que creo que hemos respondido algunas preguntas. Sabemos dónde estamos, pero no creo que por el momento esto continúe como un proyecto como tal. Ahora sabemos que necesitamos encontrar otras formas de proteger las carreras para que no se cancelen”, dijo.
El principal responsable de la enorme estela de agua que levantan los coches son los difusores. Sin embargo, la FIA no encuentra una solución sin alterar su rol vital en el efecto suelo (que se habilitó nuevamente en el reglamento de 2022). “Teóricamente se podría hacer algo allí, pero sería como eliminar toda la carga aerodinámica y demás. Entonces sería todo un problema. Para ser honesto, el siguiente paso no es fácil. Tenemos que discutirlo”
El ingeniero Tombazis aclaró que el diseño utilizado en Fiorano, pese a los resultados negativos, “funcionó porque nos mostró lo que estábamos buscando”. “A veces las pruebas salen bien y dices “fantástico”, y otras veces van en sentido contrario y te dicen que la dirección que estás siguiendo no es buena y que necesitas seguir algo más. Que es necesario establecer algo más ahora”, concluyó.