GP de Japón: historia de tifones, conquistas y tragedias. Por Marcelito Vila.
El GP de Japón se incorporó por primera vez al calendario de la Fórmula 1 en octubre de 1976, cerrando una apasionante temporada. Bajo un diluvio, aquella competencia disputada en Fují, finalizó con la victoria un ascendente Mario Andretti, quien logró su primera victoria con el equipo Lotus. Pero sin dudas el hecho que dejó a esta carrera en la historia fue la coronación de James Hunt, quien alcanzó el tercer lugar luego de una épica actuación y fue favorecido por el tempranero abandono Niki Lauda, dejando la corona en manos del inglés por tan sólo un punto.
Al año siguiente Fují sería nuevamente el escenario del cierre de la temporada, y esta vez James Hunt volvería a ser el protagonista al alzarse con la que sería su décima y a la vez su última victoria en la máxima categoría, aunque Niki Lauda ya había definido el campeonato a su favor un par de carreras antes. El tercer puesto de Patrick Depailler representó el último podio de un auto con 6 ruedas en la historia de la categoría, y a su vez fue la última carrera para el sueco Gunnar Nilsson. Pero lo lamentable sucedió tras el espectacular accidente entre Gilles Villeneuve y Ronnie Petersson, cuando la Ferrari del canadiense salió dando tumbos hasta caer entre el público, muriendo un oficial de pista y un espectador.
El GP de Japón no se volvió a realizar hasta el año 1987, esta vez corriéndose en el circuito de Suzuka, y desde entonces ha formado parte del calendario de la Fórmula 1 de manera ininterrumpida, pasando fugazmente por Fují durante las temporadas 2007 y 2008.
Así como sucedió en su primera edición, el GP de Japón se ha caracterizado por ser un escenario de definiciones. Ya a su retorno en 1987, el hecho de que Nigel Mansell no pudiese participar de la competencia dejó campeón a Nelson Piquet antes de largar. En 1988 Ayrton Senna se coronó por primera vez campeón en Suzuka luego de una espectacular remontada, y también allí definió el brasileño sus otras 2 coronas, la de 1990 tras el espectacular accidente con la Ferrari de Alain Prost, y la de 1991 luego de alcanzar el segundo escalón del podio cediendo la victoria a su compañero Gerhard Berger, favorecido entonces por el abandono de su inmediato rival Nigel Mansell.
El GP de Japón de 1989 también fue decisivo para el campeonato, aunque en aquella oportunidad la corona quedó en mano de Alain Prost tras un polémico desenlace que tuvo como protagonistas centrales a los pilotos de McLaren y que derivó en la que sería la única victoria de Alessandro Nannini en la máxima categoría.
Hubo que esperar hasta 1996 para que Suzuka viera una nueva definición del campeonato, en esta oportunidad entre los pilotos del equipo Williams, estando Jacques Villeneuve obligado a ganar sin que su compañero Damon Hill sumase ningún punto. Sin embargo sucedió todo lo contrario, por lo que el británico se alzó con su único cetro, convirtiéndose en el primer hijo de un piloto campeón de la Fórmula 1 que alcanzó el mismo logro.
En los torneos de 1998 y 1999 el GP de Japón era la última prueba y en ambos casos Mika Hakkinen logró la victoria, batiendo así a los pilotos de Ferrari con quienes disputaba la corona, Schumacher primero e Irvine después, logrando de esta manera sus 2 campeonatos.
En el año 2000 Suzuka fue testigo de una nueva definición, aunque en esta oportunidad era la penúltima competencia de la temporada. Como había sucedido 2 años antes, Hakkinen y Schumacher llegaban con chances de alcanzar el cetro, pero en aquella ocasión fue el alemán quien se alzó con la victoria, sacando una ventaja sobre el piloto finés que sería decisiva y con la cual Schumacher lograra su primer campeonato con el equipo Ferrari. En la edición del año 2003 Michael Schumacher volvería a lograr un campeonato en Japón en lo que fue un ajustado final con Kimi Raikkonen, a quien le sacó sólo 2 puntos de diferencia, siendo esta la última edición del GP de Japón que cerrara un campeonato de Fórmula 1.
Hubo que esperar hasta el año 2011 para ver coronarse a otro campeón en Suzuka, esta vez Sebastian Vettel a bordo de su consistente e imbatible Red Bull, cuando el GP de Japón fue la decimoquinta de las 19 competencias pautadas para aquel torneo.
Pero además de definiciones, Japón nos ha dado jornadas de intensas lluvias, algunas de las cuales obligaron a la suspensión de prácticas y hasta de una clasificación, y fue bajo la lluvia que sucedió un hecho dramático en el año 2014, la salida de pista de Jules Bianchi, a consecuencia del cual el joven piloto francés perdería la vida 9 meses más tarde, convirtiéndose así en el último piloto en morir a causa de un accidente en la historia de la Fórmula 1.
No se puede cerrar esta crónica sin resaltar que Suzuka tiene otros 2 aspectos que lo hacen característico, uno de ellos es una de las curvas más míticas de la máxima categoría, la 130R, sitio en el que hemos visto maniobras deliciosas (como el sorpazo de Fernando Alonso a Michael Schumacher en el año 2005) y, el otro es que en Japón existen fanáticos muy especiales y divertidos que llenan las tribunas con atuendos por demás llamativos.