El británico dominó con mano de hierro la clasificación para el Gran Premio de Qatar. Hamilton le sacó más de cuatro centésimas a Verstappen para asegurarse la pole.
Lewis Hamilton fue el amo y señor de la noche qatarí en la clasificación con miras al Gran Premio. Tras los ensayos libres del viernes, dónde fue superado por su compañero Valtteri Bottas y con Max Verstappen por delante en los registros, el británico resurgió con fuerza este sábado y fue inalcanzable dejando al líder del campeonato en el segundo cajón de la grilla.
Una vez finalizada la Qualy, Hamilton admitió que en la primera jornada de actividad no se encontraba físicamente al cien por ciento. “El viernes tuve problemas en todos los sentidos: con el coche, pero también físicamente. Tuve un problema de estómago y el coche no funcionó como debería. Luego nos sentamos con los ingenieros hasta la medianoche, este trabajo dio sus frutos hoy”, dijo el siete veces campeón.
Todo cambió el sábado. Atrás quedaron las dos prácticas libres donde se ubicaba por detrás del Verstappen y comenzó a sacarle diferencia.
“Ya en la tercera sesión de entrenamientos libres sentí que el coche iba mucho mejor. La calificación fue muy bien, el equipo siempre me mandaba en el momento ideal para que el tráfico no me detuviera. La última vuelta rápida fue casi perfecta, esta pista tiene un río tan hermoso. También me siento mejor físicamente hoy, dormí muy bien”, detalló.
A pesar de haberle ganado la Qualy a su máximo rival, reconoce que no es sencillo seguirle el ritmo y dar pelea en Losail. “No es tan fácil seguir a un oponente en esta pista, y eso tendrá un impacto en la carrera. El recorrido hasta la primera curva es bastante largo, pero hay suficiente espacio para adelantarse. Parece que todos vamos a empezar allí con el mismo compuesto de neumáticos, por lo que no habrá diferencias”.