Agradeció al equipo por llevarlo al triunfo después de dos años. “Ha sido una verdadera liberación de emociones”, dijo en el corral.
El siete veces campeón Lewis Hamilton celebró su regreso a la victoria después de dos y años medio. El piloto de Mercedes triunfó en un Gran Premio de Gran Bretaña donde la lluvia y la estrategia de neumáticos jugaron un papel fundamental.
Confiado desde el sábado que podía ganar en casa, donde se había impuesto en ocho ocasiones, superó con autoridad a su compañero George Russell, le ganó la pulseada de los boxes a Lando Norris y, sobre el final, pudo escaparse del asedio de Max Verstappen -que se recuperó de una baja de rendimiento del Red Bull al principio de la carrera-.
“Hoy significa mucho para mí. Es un honor increíble estar en lo más alto del podio aquí en Silverstone. ¡Creo que mi corazón todavía late fuerte!”, dijo Hamilton después de la carrera.
“Hemos pasado momentos increíbles aquí y hoy ha sido el final más emotivo de una victoria que he tenido nunca. Han sido unos años realmente difíciles para todos en el equipo. Sabiendo lo duro que ha trabajado todo el mundo para remontar, creo que ha sido una verdadera liberación de emociones”, añadió.
El británico rompió en llanto cuando el ex guitarrista de Queen, Brian May, le bajó la bandera a cuadros. Una vez en parque cerrado agradeció a todo el equipo por el esfuerzo. “Lograr finalmente el éxito es la sensación más grande que recuerdo haber tenido”.
Detalló que fue una carrera complicada y que “las condiciones cambiantes hicieron que fuera un verdadero desafío”. “Sin embargo, mantuvimos la calma y tomamos la decisión correcta en el momento adecuado para volver a poner neumáticos lisos. Eso nos ayudó a recuperar el liderato y, a partir de ahí, pudimos llevarnos la victoria a casa”, concluyó.