El último piloto campeón del equipo Ferrari, recientemente retirado de la F1, sorprendió al no poder justificar la causa de la simpatía de la que goza dentro del ambiente.

 

 

 

Uno de los acontecimientos destacados de la temporada 2021, además de la consagración de Max Verstappen como nuevo monarca de la F1 luego de un muy disputado y no menos polémico campeonato, fue el alejamiento de Kimi Raikkonen de la categoría reina después de más de 20 años de presencia sólo interrumpida en 2010 y 2011, años en los cuales el finlandès se dedicó a correr en el mundial de rally.

En su última campaña dentro de la máxima, Kimi compitió representando al equipo Alfa Romeo siendo compañero del italiano Antonio Giovinazzi, clasificando en el puesto 16 del campeonato producto de la obtención de 10 unidades, siendo sus mejores resultados del año sendos octavos puestos en Rusia y México.

 

 

 

 

 

Raikkonen, que ha participado en un total de 353 competencias de F1, goza de la aprobación de la mayoría de los fans a pesar de su personalidad parca y su discurso escaso y austero. Consultado por Motorsport.com acerca de a qué atribuye la gracia y el afecto de los cuales es depositario, sorprendió expresando: “No sé por qué les caigo bien, quizás porque soy lo que soy. Constantemente extraño o raro, ¡o como quieras llamarlo! Es normal para mí, pero para fuera, quizás no lo es para todo el mundo, pero la mayor parte del camino lo he hecho exactamente en mis propios términos”.

El ex piloto de McLaren, Ferrari y Lotus cree que, si bien ser complaciente es necesario para tener buenas relaciones interpersonales dentro y fuera del equipo, hay un límite para tales condescendencias: “Al principio es más difícil, porque intentan colocarte en algún sitio. Pero si no lo haces, como que renuncian a intentar cambiarte. Es más fácil que ellos digan: ‘tal vez sea mejor dejarle hacer lo que quiera. Estoy contento de haber luchado al principio, porque obviamente es mucho más fácil. Después de eso es mucho más difícil tratar de ser otra persona. Creo que durante un tiempo puedes hacer lo que la gente te pide, o ser lo que la gente te pide que seas. Pero no creo que a largo plazo sea muy bueno o saludable”, explicó.

 

 

 

 

 

 

Kimi, que en las últimas horas es vinculado a un proyecto que incluye la posible dirección de un equipo de motocross de la casa japonesa Kawasaki, rememoró su icónico triunfo con Lotus en el Gran Premio de Abu Dhabi de 2012 y si le interesaba que sus fans siempre recuerden el famoso team radio en el que pidió a su ingeniero que lo dejara en paz: “No, la verdad es que no. Al final, ganamos la carrera, y la gente que estaba allí sabe realmente lo que pasó. Es fácil hacer una cosa y esto y lo otro. Al final, ganar la carrera es un proceso largo desde el viernes hasta el domingo. No tengo ninguna sensación, ni buena ni mala, al respecto”, finalizó fiel a su estilo.