La Federación Internacional del Automovilismo ha lanzado un comunicado en el que se especifica la investigación que ayudará a establecer un límite de oscilaciones verticales en las rectas. Podría haber sanciones para quienes excedan este límite.
La F1 está a punto de abrir el GP de Canadá, luego de 2 temporadas de ausencia, en Montreal. Luego de su visita al rápido callejero de Bakú, el circuito Gilles Villeneuve albergará la 9° fecha del mundial, con sus largas rectas, como sucedió en Azerbaiyán. En aquellas tierras europeas, pilotos como Lewis Hamilton (Mercedes) o Daniel Ricciardo (McLaren) sufrieron especialmente el porpoising, padeciendo de dolores en la espalda. Además, el intenso rebote de algunos monoplazas en los tramos de alta velocidad demostraron ser un peligro en potencia.
Es por esto que la FIA ha tomado cartas en el asunto, y ya se pondrá en marcha un procedimiento de seguridad durante el GP de Canadá. La Federación controlará constantemente, mediante diferentes sensores, la fuerza con la que el fondo plano de los monoplazas golpea contra el suelo, evaluando también el desgaste visible de este rebote en el piso de los coches.
Si se observa que ciertos vehículos exceden cierto límite de oscilaciones verticales, se le solicitará al equipo correspondiente elevar la altura general del auto unos 10 milímetros para evitar un rebote tan intenso. El incumplimiento de esta norma podría resultar en una descalificación, sobre todo porque la FIA se adjudica el derecho a excluir a algún coche que esté considerado demasiado peligroso.
Según afirma el sitio alemán Auto Motor und Sport, el ente regulador daría un parte a cada escudería antes de la Práctica Libre 3 para comunicar si sus coches deben o no ser atendidos respecto a su altura. Sin embargo, aún no han dado con el método exacto para medir las oscilaciones verticales, y para agilizar la investigación, la Federación ha instado a las escuderías a contribuir en el proceso que debería llevar un plazo medio de tiempo de concretarse.
“Fue emitida una directiva técnica para guiar a los equipos acerca de las medidas que la FIA pretende tomar para resolver el problema. Éstas son: 1) Un escrutinio del fondo plano más estricto, tanto en su diseño como en la degradación visible. 2) La definición de una métrica, basada en la aceleración vertical del auto, que dará un límite cuantitativo para un nivel aceptable de oscilaciones verticales. La fórmula matemática exacta para esta métrica aún está siendo analizada por la FIA, y los equipos de F1 fueron invitados a contribuir con el proceso” reza un fragmento del comunicado de la Federación.
Por último, hay que considerar el pronóstico del clima para los entrenamientos de mañana (viernes 17); una tormenta podría caer sobre el circuito, por lo que los coches, al rodar a velocidades menores, no darían una base fiable del rebote que pueden llegar a desarrollar.