La guerra de desarrollo entre Mercedes y Ferrari es una carrera que se corre fuera de las pistas y desde las salas de ingeniería. Las especulaciones y debates acerca “cual es le mejor auto” vuelven a reflotar tras el marcado dominio de Mercedes en las últimas carreras, las cuales se hicieron aún más notorias este fin de semana pasado en Sochi. Y es que Ferrari ya no parece tener la ventaja de potencia al final de recta. ¿Avance de Mercedes? ¿Retroceso de Ferrari?. Tal vez sea un poco de ambos.
Mercedes
La balanza parecía haberse inclinado irreversiblemente a favor de Ferrari el fin de semana de la carrera del Gran Premio de Bélgica, en Spa Francorchamps. Sin embargo, este no era el principio del dominio de Ferrari, sino el fin.
Toto Wollf mismo había indicado, en su momento que a pesar de la derrota en Spa, ese fin de semana pudieron encontrar la clave para volver a tomar la punta en la carrera por el desarrollo:
“Entendimos mucho en Spa. Perdimos la carrera, pero por otro lado, entendimos porqué perdimos tanto a la salida de La Source. Tenemos una idea sobre dónde debemos enfocar nuestros esfuerzos, y llegamos a Singapur esperando que esta idea fuera correcta”
En Singapur, Mercedes presentó una nueva cubierta en la rueda que permite a los frenos traseros como a los neumáticos, evitar el sobrecalentamiento mediante un sistema de refrigeración mejorada.
Mercedes presentó en Rusia un ala trasera inspirada en el ala trasera que Ferrari ha estando utilizando toda la temporada. Durante los test del día viernes, Valtteri Bottas realizó repetidas pruebas alternando el ala antigua con el ala nueva de Mercedes, la cual finalmente utilizaron en carrera.
En Sochi, Mercedes presentó una suspensión diferente. El W09 parece tener un sistema de control de suspensión hidráulico que controla la altura del auto, permitiendo que la altura desde el suelo sea constante.
Según observaciones de Giorgio Piola, para Motorsport Italia, Mercedes parece estar utilizando una especie de simulación de tracción en las cuatro ruedas. Piola la llama “simulación” y aclara, que en caso de que no fuera el caso, sería tracción en las cuatro ruedas lo cual está prohibido por el reglamento. Mercedes habría reflotado un concepto desarrollado hace varios años en el Benetton B193B, aunque este concepto nunca se trasladó a las pistas.
Este sistema involucra una combinación del funcionamiento de la suspensión hidráulica con el break-by-wire, el diferencial y otras funciones del motor.
Mercedes, además, se especula que podría haber hecho ganancias por otra ruta. Según Autobild, fuentes confiables en el paddock indican que Mercedes, además, habría logrado copiar el “truco” de Ferrari de la entrega de energía desde sus sistema de batería… ¿finalmente descubrieron el secreto? ¿O hubieron filtraciones de información?
Ferrari
Ferrari tuvo problemas para calentar los neumáticos durante la clasificación en Sochi, y esto se volvió a repetir durante la carrera. Ferrari no presenta actualizaciones en la suspensión desde el Gran Premio de Francia, cuando presentó una nueva suspensión trasera con mejoras aerodinámicas.
Maurizio Arribavene, en declaraciones posteriores a la carrera de este fin de semana en Sochi, reconoció que tuvieron problemas desde el principio para encontrar la puesta a punto ideal:
“Desde el viernes, el fin de semana de Sochi fue muy difícil para nosotros. A pesar de todos nuestros esfuerzos para encontrar la puesta a punto ideal, ni el sábado, ni el domingo fuimos lo suficientemente competitivos para preocupar a nuestros rivales más cercanos. Comparado a nuestro rendimiento en otros circuitos, algo nos faltó aquí y fuimos incapaces de reducir la brecha de puntos”
Este inconveniente, sin embargo, es una dificultad con la que se encontraron muchos equipos en Sochi (casi todos, excepto Mercedes, tal vez gracias a su nuevo concepto de suspensión). Suzuka, por sus características, debería tener una incidencia menor en este aspecto.
Si bien el problema de falta de temperatura en los neumáticos fue notorio, otras informaciones indican que Ferrari habría perdido entrega de potencia. Según Cyril Abiteboul, jefe de equipo de Renault, la información de GPS obtenida por su equipo, revela que Ferrari parece haber perdido la entrega de potencia que había demostrado en las rectas entre Austria y Spa, particularmente en el último tercio de la vuelta, lo que indicaba una mayor entrega de energía desde el ERS.
La publicación Auto Motor und Sport, afirma que la FIA habría colocado un segundo sensor en el sistema de doble batería de Ferrari algunas carreras atrás para así obtener más datos acerca de cómo y cuándo esta energía se aplica para brindar más potencia. Si bien no es precisa la fecha de cuándo se colocaron los sensores, se especula que, a partir de esto, Ferrari habría dejado de utilizar el sistema que les entregaba potencia extra en las rectas, como lo indicó Renault.
Esta misma publicación, mencionó hace algunas semanas que la ventaja de Ferrari podría ser fruto del combustible especial que Shell desarrolló junto a la escudería italiana y que se comenzó a utilizar a partir de Spa Francorchamps. Sin embargo, las últimas observaciones tanto en pista como en clasificación, parecen echar esta especulación por tierra.
Mercedes y Ferrari han fluctuado en rendimiento durante todo el año. Mercedes parece haber recuperado el dominio tanto en motor como en eficiencia aerodinámica desde el Gran Premio de Bélgica en adelante. ¿Cuál es el verdadero motivo?. Hasta ahora son sólo especulaciones, pero tal vez, alguno de estos datos pueda orientarnos acerca de cuál es la clave que invirtió los papeles en el campeonato. Porque más allá de estrategias y/o errores o falta de ellos por el lado de los pilotos, el aspecto técnico sigue teniendo una preponderancia enorme en el destino de este campeonato 2018.
Suzuka seguramente podrá brindarnos algo más de luz sobre el tema. Las prácticas de este viernes será una ocasión para echar un vistazo y estar atentos a los datos tanto de simulaciones de clasificación como de tandas largas. No sólo para divisar el posible resultado de la carrera, sino para ver los avances (o retrocesos) a largo plazo.