Leclerc rompe el maleficio y gana en Mónaco

Leclerc rompe el maleficio y gana en Mónaco

Es el primer monegasco en vencer en el Principado desde que la carrera integra el calendario de la F1. Piastri finalizó en segundo lugar y Sainz tercero. Fuerte accidente en la primera vuelta entre Pérez, Magnussen y Hülkenberg.

 

Charles Leclerc pudo vencer a sus demonios. La victoria en Mónaco, tan buscada como esquiva, se convirtió en una pesadilla en los últimos años. Desde el instante que chocó contra el guardrail en la salida de la Piscina, en mayo de 2021, sus incursiones en el callejero fueron una colección de tropiezos: abandonó en una vuelta previa, sufrió una insólita espera en un pit stop, chocó la Ferrari de Niki Lauda en el GP Historique de 2022… Demasiado ensañamiento con un piloto que soñaba (como todos) ganar en casa, ante su gente y sus afectos más cercanos.

 

Mónaco es un mundo a parte; algo único. Es la carrera de las oportunidades. Un escenario donde puede renacer un piloto, elevar a la gloria a quién menos lo espera o crear mitos. Los ejemplos sobran: Juan Manuel Fangio, Graham Hill, Jean-Pierre Beltoise, Carlos Reutemann, Ayrton Senna y Olivier Panis. La lista sigue.

 

Leclerc apuntó su nombre, por fin, en el cuadro de honor. La carrera no tuvo brillo, fue una de las más lentas en promedio de velocidad que registra el Principado. Detalle a parte, será recordada por lo emotiva y la primera de un monegasco desde que el mítico callejero integra el calendario de la Fórmula Uno (el primer nativo en ganar fue Louis Chiron en 1931).

 

El astro francés Kylian Mbappé le baja la bandera a cuadros a Leclerc. (Sam Bloxham)
El astro francés Kylian Mbappé le baja la bandera a cuadros a Leclerc. (Sam Bloxham)

 

El momento de mayor tensión, la salida, lo resolvió con facilidad. Partió sin problemas desde la pole y su compañero, Carlos Sainz, desde la tercera posición, igualó la línea de su única amenza: el australiano Oscar Piastri. El español se alineó al McLaren e ingresaron a la par en Sainte-Dévote. Pero el neumático delantero izquierdo de la Ferrari sufrió una pinchadura al tocar el fondo plano de Piastri. La imagen de Sainz yendo en línea recta en la curva del Casino rompió el corazón de los Tifosi.

 

Pero Monte Carlo guardaba una sorpresa. Una bandera roja desconcertó a los aficionados. De golpe, la televisión enfocó al Red Bull de Sergio Pérez contra el guardaril de la subida de Beau Rivage. La escena era desoladora. Lo que alguna vez fue un RB20, quedó reducido a la cápsula del habitáculo. A su lado estaban los restos de los Haas de Nico Hülkenberg y Kevin Magnussen.

 

El danés intentó superar a Checo por el flanco derecho al abrirse un hueco. El roce del neumático trasero derecho contra las defensas y un leve cierre del mexicano hicieron el resto. La violencia del impacto hizo del Red Bull una pelota que rebotó contra los guardrail, de ambos lados de la pista, llevándose puesto al pobre Hülkenberg.

 

Leclerc se escapa en la primera salida mientras que Sainz y Piastri ingresan a la par en Sainte-Dévote. (Andy Hone)
Leclerc se escapa en la primera salida mientras que Sainz y Piastri ingresan a la par en Sainte-Dévote. (Andy Hone)

 

Y si faltaban más incidentes, Esteban Ocon se tiró por el interno en Portier para ganarle la P10 a su compañero Pierre Gasly. El giro fue tan cerrado e inesperado que Gasly no pudo evitar que su neumático delantero derecho tocara el posterior izquierdo de Ocon. El Alpine de Esteban pegó un salto y cayó pesadamente. El box de la escudería francesa se convirtió en una caldera. Bruno Famin, director del equipo, se enfureció con el ganador de Hungría 2021 y deslizó, para quién quiera oír, que habrá consecuencias.

 

Después de 45 minutos de neutralización volvería la actividad en pista, pero a un alto costo para el Gran Premio de Mónaco. Cuatro coches quedaron fuera de carrera (Alpine no pudo reparar el monoplaza de Ocon); y los equipos, amparados en el reglamento, cambiaron las cubiertas para no hacer el pit stop y aguantar hasta el final. Una jugada que rayó la especulación y el riesgo.

 

El mayor beneficiado por el relanzamiento fue Sainz. Al momento de caer la bandera roja no se pudo computar la primera vuelta. Los comisarios tomaron como clasificación para el orden de salida el paso por la línea del Safety Car (que está pasando Sainte-Dévote). El español todavía era tercero en ese momento y pudo mantener la posición.

 

El Red Bull de Pérez, totalmente destruído, después del accidente con Magnussen y Hülkenberg. ( F1 / FOM)
El Red Bull de Pérez, totalmente destruído, después del accidente con Magnussen y Hülkenberg. ( F1 / FOM)

 

En la seguda salida no hubo incidentes. Leclerc tomó el liderazgo seguido por Piastri, Sainz y Norris. El cuarteto, que sería la cabeza de punta, giraba a media velocidad para gestionar gomas. Lo mismo ocurrió con el resto del pelotón. Había que cuidar los neumáticos para que aguanten las 78 vueltas.

 

La carrera se convirtió en un tren multicolor que aumentaba un poco el ritmo cada veinte giros. Nada más. Nadie pisaba el acelerador a fondo. Salvo el rebase a los rezagados, que ampliaban unas décimas la diferencia, ninguno buscó el ataque o el desacople.

 

Aún así hubo excepciones. George Russell, en quinta posición, se convirtió en un tapón. El Mercedes no podía seguir el ritmo del cuarteto y alcanzó una brecha de casi 20 segundos con Lando Norris. Pudo reducirla a 13 cuando Max Verstappen (Red Bull) comenzó a atacarlo. El holandés le quebró un undercut a Lewis Hamilton (que pudo ingresar a boxes aprovechando la ventana que tenía con Tsunoda) y, con neumáticos duros nuevos, acosó a Russell hasta el final para forzarlo al error.

 

La estrategia de evitar el box fue acertada. Solamente Sainz estaba compremetido con graining en sus gomas. El español, apoyado en la dificultad de rebase en Mónaco, aguantó la presión de Norris en las últimas quince vueltas. Mientras tanto, Leclerc, se escapaba de Piastri que no podía seguir el ritmo. El McLaren del australiano tenía el suelo dañado producto del incidente en la primera vuelta con Sainz. Perdía carga aerodinámica y acelerar implicaba una mayor degradación para unas cubiertas que pendían de un hilo.

 

Russell escapa del acoso de Verstappen. (Zak Mauger)
Russell escapa del acoso de Verstappen. (Zak Mauger)

 

Con la carrera bajo control y cuidando de no cometer errores, Charles Leclerc se encaminó a su sexta victoria. Pasaron casi dos años de la última vez que cruzó la meta como ganador, el 10 de julio de 2022 en Austria. El regreso al escalón más alto no podía ser mejor: en casa. Piastri y Sainz completaron el podio.

 

¿Qué habrá pasado por la cabeza del sufrido Charles al momento que Kylian Mbappé le bajó la bandera a cuadros? Fue mucha agua bajo el puente desde 2021. Los intentos fallidos en Mónaco, el fracaso de Ferrari en la lucha por el campeonato 2022, la desilución con el coche de 2023, los dos años sin triunfos…  Además, el recuerdo para las dos personas con las que hubiera querido compartir este día: su padre Hervé y su amigo Jules Bianchi.

 

Demasiadas emociones para un piloto que podrá renacer de sus cenizas con el shock anímico de ganar en su tierra. Y que tras 78 vueltas, un 26 de mayo de 2024, se convirtió en el máximo héroe de su país.

 

Resultados del Gran Premio de Mónaco 2024. (F1 / FOM)
Resultados del Gran Premio de Mónaco 2024. (F1 / FOM)